El nombre de Luciano Marín, alias Iván Márquez, aparece en numerosos documentos de los departamentos de Estado y de Justicia y lo acusan, entre otros delitos, de “implementar las políticas de cocaína de las FARC, incluyendo la dirección y control de la producción, manufactura y distribución de cientos de toneladas de cocaína a Estados Unidos y el mundo (…)”.
Pero las imputaciones del Departamento de Justicia no se concentran solo en Márquez: Jesús Santrich tiene orden de extradición vigente por conspirar para enviar 10 toneladas de cocaína a Estados Unidos. Además, contra él hay una circular roja de la interpol.
Por su parte, alias ‘Romaña’ fue imputado por el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses y ofrecen de recompensa 2.5 millones de dólares por información de su paradero.
Durante su estadía en Washington, el alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos, sostuvo reuniones con altos funcionaros de la DEA, quienes aparentemente le informaron de narcotraficantes que estarían colados en la lista de excombatientes que entraron a la JEP y que le habrían pagado a Márquez para que los metiera en esa lista.
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