En El Amarillo tras más de 22 días sin recibir agua les toca cargar tobos desde los manantiales

Redaccion El Tequeno

La situación del suministro del agua en el municipio Los Salias, en medio de la pandemia por Covid-19 se ha agravado, ejemplo de ello, lo que viven los vecinos de la comunidad de El Amarillo, que se ven obligados a cargar “tobos, tobitos y todo recipiente de los manantiales que hay en la zona.

Según el relato de los vecinos, ya en esta semana, algunos sectores suman más de 22 días sin recibir agua por parte de Hidrocapital, situación que empeora el hecho de que tienen que cumplir medidas sanitarias, entre ellas el constante lavado de manos.

La situación los lleva a buscar los manantiales, para poder llevar el vital líquido a la casa y cumplir con las labores domésticas, como lavar, limpiar, y sobre todo lavarse las manos. Indican que ciertamente los manantiales o nacientes como les llaman, les ayuda a solventar la situación, ya algunas no tienen agua, por lo que deben caminar largas distancia para poder cargar agua.

Ramón Castro: “Todos los días al llegar del trabajo, tengo que hacer al menos cinco viajes con dos tobos grandes para poder llenar un tambor grande y tener algo de agua en la casa, sin embargo, con eso muchas veces no nos abastecemos para un día completo, pues hay que estar lavándose las manos, y limpiando todo”.

Silvia Hernández: “En la casa ni el más chiquito se salva de carga agua, le doy un tobo pequeño y nos vamos calle abajo, hasta donde está el naciente para poder cargar agua y tener con qué hacer las cosas en la casa, porque por tubería tenemos más de 22 días sin recibir”.

Johana Díaz: “Teníamos un naciente cerca de la casa, pero se secó, ahora tengo que caminar como 20 minutos para poder cargar agua, porque si me pongo a esperar que llegue por la tubería, me salen raíces. Normalmente hago cuatro viajes, dos en la mañana y dos en la tarde, y los fines de semana mi esposo llena los pipotes para poder lavar”.

Pedro Zambrano: “Agua por tubería no nos llega desde hace un mes, estamos cargando de casa de una vecina que tiene un pozo, si no fuera por eso, aquí ya estuviéramos todos deshidratados. Todos los días cargo de tobo en tobo para poder hacer las cosas de la casa, y más ahora que tenemos un bebé recién nacido”.

Doreen Aile Oyon

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