Conmovedora la imagen de este adulto mayor en la puerta de su casa en la California en Caracas quien recibe al Padre Enrique Yánez de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario mientras bendecía en recorrido las calles de la comunidad con rezos, cantos y alabanzas.
Las bendiciones se multiplican y las ganas de bendecir también. Debido al cierre de las iglesias, los sacerdotes se han dado la tarea de caminar las calles de sus comunidades para llevarles la presencia de Dios a través del Santísimo Sacramento. Desde las casas y edificios enseñan pañuelos blancos y quienes pueden salen a las puertas para estar lo más cerca permitido del Santísimo.
Si sus calles son visitadas por Jesús Sacramentado recuerde que no puede acercarse por su salud y la del sacerdote. La bendición de Dios la recibirá incluso a kilómetros de distancia.
Redacción El Tequeño
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