«Las ciudades no son casas, plazas y parques, avenidas y locales, edificios e iglesias. Las ciudades son su gente en un espacio físico, las personas hacen la ciudad y viceversa. En Los Teques, la gente sufre, por lo tanto, la ciudad no puede ser ajena a ese terrible sufrimiento, también lo padece», aseguró el profesor William Anseume.
Asegura que rosario de calamidades es múltiple: las impuestas por el poder maléfico y las que trae la pandemia. Son innumerables los inaceptables atropellos que demudan a la capital. Atropellos causados por el poder despótico. En Los Teques, como en Miranda y el país, fallan o se carece de todos los servicios públicos.
«La ciudad deja ver ciudadanos hurgando el hambre en la basura, y deja ver carga de viejecitas con bombonas a cuestas, gente desesperada por tomar un transporte sin dinero efectivo; esperando la lluvia para poder bañarse o lavarse las manos con un jabón imaginario. Una ciudad que se desploma, literalmente, con la llegada de las lluvias, cuya vialidad se la van tragando los huecos y las fallas, no sólo de borde. Las cárceles de Los Teques son un asco de inhumanidad, son monumentos a la crueldad y a las vejaciones. Son tal vez el máximo recuerdo permanente de los atentados diarios a la libertad.
-En fin, Los Teques ha perdido su reluciente humor de ciudad fresca, gallarda y colorida. Hasta el frío ha dejado de ser frio. Su antigua atrayente gastronomia se ha sepultado en la sobrevivencia diaria. Su economía ha sido quebrantada por este bullir de destrucción que ha sido el «socialismo del siglo XXI». Destrucción humana que se troca en deplorable acabamiento de ciudades tan emblemáticas en el país como nuestra capital de estado y de municipio. Los Teques, como sus ciudadanos, ha sido humillada inclementemente por el poder despótico, sin duda alguna.
«Pero Los Teques vivirá el esplendor de quitarse de encima la miseria humana que la acosa y recobrará, justamente por sus ciudadanos, en conjunción con el resto del pais, la libertad, la democracia, la justicia, porque lo merece. Su historia lo dice, desde su gran cacique. Está marcada por la historia de la libertad y eso perdura. El grillete cederá a la lucha y rescatemos la libertad y con ella a la espléndida ciudad de Los Teques. Vaya mi felicitación a todos los cohabitantes de la orgullosa capital Mirandina, capital de nuestro municipio Guaicaipuro», puntualizó.
Redacción El Tequeño
