Los vendedores a cielo abierto tanto de Montaña Alta como del casco de Carrizal deben pagar impuestos en dólares, en efectivo y por mes adelantado o de lo contrario serían desalojados de los espacios.
Para Jesús Cortez coordinador del Observatorio de los Servicios de Carrizal, esto forma parte de la falta de institucionalidad.
«Debe existir una ordenanza de tasas para este tipo de comercio, el dinero producto de la recaudación debe ingresar a las arcas municipales», dijo agregando que el municipio carece de una infraestructura que sirva de mercado municipal, en 30 años de autonomía no se construyó.
-Tengo entendido que las tarifas van de un puesto de 2×2 a veinte dólares, de 3×3 treinta dólares y camiones a 100 dólares mensuales, a parte 1 dólar semanal a un tal Vielma y que para comida de los funcionarios, hay 60 vendedores en Carrizal y 60 en Montaña Alta, saque cuentas.
Alertó que el pago de tal tarifa será trasladado al precio de la mercancía, lo que encarecerá los productos y es el pueblo el que sufre.
El llamado es primero, – agregó Cortez- a suspender inmediatamente ese cobro excesivo a fin de sincerar los impuestos y que estos ingresen a la tesorería municipal.
«Segundo instar al concejo municipal a que despierte de estos dos años de vacaciones y se pongan a discutir con la gente la ordenanza sobre tasas para los tributos a los comercios de cielo abierto», puntualizó.
Redacción El Tequeño
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