El año que termina ha sido especialmente letal para los profesionales de la información que trabajan en las zonas de conflicto, con al menos 65 periodistas asesinados mientras ejercían su labor, reportó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, dijo que aunque ese número es inferior a los 88 comunicadores asesinados en 2022, “esa disminución a nivel global oculta un fenómeno muy alarmante: el pronunciado aumento en el número de asesinatos en zonas de conflicto”.
“Es precisamente en este tipo de contextos cuando el trabajo de los periodistas se vuelve fundamental”, subrayó Azoulay.
La mayoría de los asesinatos ocurridos en zonas en conflicto, 38, corresponde a los enfrentamientos actuales en Medio Oriente, en el marco de la guerra entre Israel y la milicia islámica palestina Hamás.
En 2022 murieron ejerciendo su labor 28 periodistas y profesionales de los medios de comunicación en esa región del mundo, y 20 en 2021.
La Unesco reportó 19 asesinatos en Palestina, tres en el Líbano y dos en Israel desde el 7 de octubre, cuando un ataque de Hamás en suelo israelí desató una respuesta militar a gran escala de Israel sobre la palestina Franja de Gaza.
Otros cuatro comunicadores murieron asesinados en Afganistán y Siria.
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), con su sede central en Nueva York, maneja otras cifras, y ha reportado la muerte de 68 periodistas y trabajadores de medios desde el inicio del actual conflicto el 7 de octubre, tanto en plena labor como cuando se encontraban en sus casas junto con sus familiares.
De ellos, 61 son palestinos, cuatro israelíes y tres libaneses.
El CPJ además indicó que 13 periodistas resultaron heridos durante las operaciones militares en Gaza, tres fueron reportados como desaparecidos, 20 fueron arrestados y otros han padecido agresiones, amenazas, ciberataques, censura y asesinato de familiares.
“Los periodistas de toda la región están haciendo grandes sacrificios para cubrir este conflicto desgarrador. Muchos han perdido colegas, familias e instalaciones de los medios, y han huido en busca de seguridad cuando no hay un refugio seguro”, dijo Sherif Mansour, coordinador del programa del CPJ para Medio Oriente.
El CPJ “enfatiza que los periodistas son civiles que realizan un trabajo importante en tiempos de crisis y no deben ser objetivo de las partes en conflicto”, afirmó Mansour.
Por su parte, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) informó que al 1 de diciembre 45 periodistas habían sido asesinados en relación con su trabajo, este año en todo el mundo.
En el conflicto de Gaza son 13 los periodistas asesinados en relación con su labor, pero la cifra se eleva a 56 si se incluye a todos los periodistas asesinados en los bombardeos sobre miles de edificaciones en la franja palestina, indicó RSF.
Los ataques de Hamás en Israel dejaron unos 1200 muertos, según Tel Aviv, y en Gaza han fallecido por el ataque israelí más de 19 000 palestinos, según las autoridades de la Franja.
La Unesco destacó que los asesinatos y demás atropellos contra los periodistas en los países que viven conflictos armados dan lugar a la aparición de “zonas de silencio”, lo que conlleva consecuencias graves para el acceso a la información, tanto para las poblaciones locales como para el público en general.
Fuera de las zonas de conflicto los asesinatos de periodistas disminuyeron, y el ejemplo más visible según la Unesco es la región de América Latina y el Caribe, donde este año hubo 15 asesinatos, el nivel más bajo en 15 años y en contraste con los 43 crímenes letales ocurridos en 2022.
Azoulay rindió tributo a todos los profesionales de la comunicación y reiteró su llamado a todos los actores implicados “a movilizar los medios necesarios para garantizar la protección de los periodistas como civiles, tal y como lo estipula el derecho internacional”.
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Cortesía de IPS Venezuela