El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca está llamado a remodelar la política exterior de Estados Unidos, prometiendo cambios potencialmente radicales en múltiples frentes mientras la guerra y la incertidumbre se apoderan de algunas partes del mundo.
Por BBC MUNDO
Durante su campaña, Trump hizo promesas políticas generales, a menudo sin detalles concretos, basadas en los principios de no intervencionismo y proteccionismo comercial, o como él dice “América primero”.
Su victoria supone uno de los cambios más significativos en la forma en que Washington aborda los asuntos exteriores en medio de crisis paralelas desde hace muchos años.
A partir de sus comentarios durante la campaña y de su trayectoria en el cargo de 2017 a 2021, podemos reconstruir parte de su probable enfoque en diferentes áreas.
Y contestar algunas pregunas clave.
¿Seguirá Trump apoyando a Ucrania?
Donald Trump lleva mucho tiempo criticando los miles de millones de dólares de ayuda militar estadounidense que han llegado a Ucrania desde la invasión a gran escala de Rusia en 2022.
Trump, que elogió públicamente al presidente ruso Vladimir Putin durante su presidencia, se comprometió a poner fin a la guerra «en 24 horas» si es elegido.
Cuando se le preguntó cómo, sugirió supervisar un acuerdo, pero se ha negado a dar detalles concretos. En cualquier caso, el comentario ha suscitado el temor de que podría presionar a Ucrania para que ceda territorio a Rusia.
Un documento de investigación escrito por dos de los antiguos jefes de seguridad nacional de Trump en mayo decía que EE.UU. debería continuar su suministro de armas a Ucrania, pero condicionando el apoyo a que Kiev inicie conversaciones de paz con Rusia.
No está claro hasta qué punto el documento de los ex asesores representa el pensamiento del propio Trump, pero es probable que nos dé una guía sobre el tipo de asesoramiento que recibirá.
Por otro lado, el proyecto de ley que incluía US$60.000 millones de ayuda militar para Kiev se paralizó durante meses en el Congreso estadounidense por sus partidarios republicanos, aunque no dijo gran cosa cuando finalmente se aprobó en abril.
Sin embargo, uno de sus aliados, el primer ministro húngaro Viktor Orban, dijo que Trump «no dará ni un centavo» a Ucrania de ser elegido, después de reunirse ambos en Florida en marzo.
Cuando se le preguntó sobre los comentarios de Orban, Trump dijo a la revista Time: «No daría (dinero), a menos que Europa comience a equipararse (con lo que da Estados Unidos)».
Dijo que iba a «tratar de ayudar a Ucrania», pero que Europa «no estaba pagando su parte justa».
El recorte de la ayuda militar tiene eco entre los votantes republicanos. En una encuesta publicada el 8 de mayo por el Pew Research Center, el 49 % de los republicanos encuestados dijo que Washington estaba gastando demasiado en Ucrania, en comparación con el 17 % de los votantes demócratas.
Michelle Bentley, experta en relaciones internacionales de la Royal Holloway University de Londres, dice que los mensajes de Trump ya podrían estar teniendo un impacto más allá de los votos en el país, ya que Putin «puede sentirse envalentonado ahora.
¿Retirará Trump a Estados Unidos de la OTAN?
Su enfoque de «Estados Unidos primero» para poner fin a la guerra también se extiende a la cuestión estratégica del futuro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La alianza militar, creada tras la Segunda Guerra Mundial y, originalmente, como baluarte contra la Unión Soviética, hoy está formada por 32 países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia.
Y es uno de los temas que Trump odia.
Como presidente, a menudo amenazó con retirar a Estados Unidos de la organización si otros miembros no cumplían con el objetivo acordado de gastar el 2 % del producto interno bruto (PIB) en defensa.
Según las reglas de la OTAN, cualquier ataque a un país miembro se considera un ataque a todos los países del bloque.
Pero en febrero de este año, Trump dijo que no protegería a un país que “no pagara” y que alentaría a Moscú a hacer “lo que les dé la gana” con él.
En la página web de su campaña electoral se reseña que su objetivo es “reevaluar fundamentalmente” el propósito y la misión de la OTAN.
Hay división de opiniones sobre si retirará en algún momento a Estados Unidos de la alianza.
Ed Arnold, del Royal United Services Institute, un grupo de expertos en defensa con sede en Londres, dice que podría “socavarla” sin retirarse, reduciendo el número de tropas estadounidenses en Europa o poniendo condiciones a la respuesta de Estados Unidos si Rusia invadiera un miembro de la OTAN.
Algunos de sus aliados sugieren que su línea dura es sólo una táctica de negociación para conseguir que los miembros cumplan las directrices de gasto en defensa de la alianza.
Pero la realidad es que los líderes de la OTAN estarán seriamente preocupados por lo que su victoria significa para el futuro de la alianza y por cómo perciben su efecto disuasorio los líderes hostiles.
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