El brasileño Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’ y Diego Armando Maradona, dos de los más grandes de la historia del fútbol, si no los que más, se conocieron un 9 de abril de 1979 en una cita en secreto en Río de Janeiro que se gestó por expreso deseo del entonces jugador del Argentinos Juniors.
No fueron contemporáneos porque Pelé, fallecido en 2022, le llevaba veinte años a Maradona, quien murió en 2020; y sólo coincidieron en activo entre 1976 y 1977, ya que el argentino no había nacido cuando el brasileño se consagró en Suecia 1958 y tenía diez años cuando logró su tercer mundial en México 1970.
Diego Armando Maradona se había quedado fuera de la convocatoria de César Luis Menotti para Argentina 1978 pese a estar en la lista previa de 25 y, según dijo el técnico, lo hizo «porque estaba pensando en el 79″, el Mundial Juvenil de Japón que acabó ganando Argentina» y «era muy joven y tenía gente de mucha experiencia como Kempes y Villa».
Al año siguiente del Mundial de su país, Maradona recurre a uno de los principales redactores del diario ‘El Gráfico’ y amigo suyo, Guillermo Blanco, para hacer realidad su sueño de conocer a Pelé, lo que no era fácil porque había que mover muchos hilos y desplazarse a Río de Janeiro para estar con ‘O Rei’ sin que nadie se enterara y sin que intefiriera en sus compromisos con el Argentinos Juniors.
Pelé, ya retirado, venía de participar en un homenaje a su compatriota Zico y Maradona, de jugar un Huracán-Argentinos Juniors. Tras el partido, Blanco y Maradona partieron en un vuelo hacia el aeropuerto de Ezeiza, donde les esperaban el padre de Maradona; el fotógrafo Ricardo Alfieri, amigo de Pelé; y su mánager de entonces, el fallecido Jorge Cyterszpiler.
Todos se instalaron en el Hotel Palace, en Copacabana. Los periodistas en una habitación doble y Maradona y los suyos en una triple, mientras que el brasileño, mientras tanto, los esperó en la mansión del multimillonario Alfredo Saad, donde se hospedaba cuando viajaba a Río de Janeiro.
El secretismo del encuentro no lo fue del todo, ya que el presidente de Argentino Juniors, Próspero Consoli, lo conoció y trató de impedir que su jugador tomara un avión con destino a Río de Janeiro, aunque su incorporación a la selección argentina días más tarde se usó como salvoconducto para que viajara a Brasil y que nadie se molestara.
‘O Rei’ aconsejó a su heredero en el trono del fútbol y le dijo que «nunca» hiciera caso «cuando te digan que sois el mejor», ya que «el día que te sientas el mejor dejarás de serlo” y “el físico es tu herramienta de trabajo».
El magnetismo de la charla paralizó a un fotógrafo tan veterano como Alfieri, según reveló Guillermo Blanco años más tarde, cuando ya Maradona se había coronado en el Mundial Juvenil de Japón tras ser el máximo goleador del Torneo Clausura 79.
Pelé le regaló su reloj, una camiseta de Brasil, le firmó un balón y le obsequió con la medalla que le habían dado en su despedida en el Cosmos de Nueva York, aunque la relación de amistad que vaticinaba el encuentro no fue tal con el paso de los años.
Sin embargo, pese a sus diferencias, en las últimas apariciones públicas de ambos se recondujo la amistad y en 2005, en ‘La Noche del Diez’, ciclo que condujo Diego Maradona para Canal Trece, el ídolo brasileño aceptó su invitación de ir al programa que batió récords de audiencia. EFE