Este viernes se cumplen ocho años del asesinato de Diego Arellano, el biólogo de 31 años que perdió la vida tras recibir un disparo en el pecho mientras participaba en una protesta antigubernamental en San Antonio de los Altos en 2017.
Arellano, quien trabajaba en la facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela, fue una de las víctimas de la represión durante las manifestaciones de aquel año, dejando un vacío imborrable entre sus seres queridos y colegas.
Familiares y amigos del joven aún claman justicia y mantienen viva su memoria, exigiendo que se esclarezca lo ocurrido y se haga justicia para él y otras víctimas de la violencia en las protestas.
«Han pasado ocho años y aún esperamos respuestas. Diego no merece el olvido», expresaron sus allegados en redes.
Su rostro está inmortalizado en el mural de tapas más grande de los Altos Mirandinos, obra realizada por el artista plástico Oscar Olivares e inaugurada por la Alcaldía de Los Salias el 10 de septiembre de 2023.
A pesar del paso del tiempo, quienes conocieron a Arellano continúan recordándolo como un profesional comprometido. Su nombre sigue presente en la lucha de quienes piden justicia y respeto por los derechos humanos en Venezuela.
Redacción El Tequeño