El pasado domingo 24 de marzo hallaron a orillas del río Bonito en el Amazonas, los restos de la anaconda más grande del mundo, la cual se hizo virales semanas atrás gracias al video que grabó el profesor y biólogo neerlandés Freek Vonk mientras nadaba junto a ella.
La falta de este ejemplar considerado colosal y único tendrá un impacto de similares medidas en el ecosistema donde habitaba. Según las fuentes oficiales, de momento no se descubrió la causa de su muerte, sin embargo, se especula que habría sido a mano de cazadores furtivos.
La gran anaconda verde del norte fue descubierta en febrero, cuando un grupo de expedición de vida silvestre se adentró en el Amazonas, en la frontera entre Brasil y Venezuela.
Tras el intenso trabajo dieron a conocer un nuevo reptil que permaneció oculto ante el ojo humano todo este tiempo. A pesar de las investigaciones sobre su origen, se determinó que era una especie nueva, hermanada de las serpientes ya existentes en la zona.
Mediante una publicación en su cuenta de Instagram, Vonk lamentó la pérdida de este ejemplar tan importante para la biodiversidad de la selva. Medía siete metros de largo y su cabeza era tan grande como la de un humano.
Según la versión que circula, Ana Julia, como se la conocía, fue asesinada por cazadores que le habrían disparado. En los detalles del primer informe se detalló que su piel era tan gruesa y dura como la goma de un auto.
En las imágenes que compartió el profesor neerlandés, se puede ver la pose en la que encontraron a la serpiente. “Con un enorme dolor en mi corazón quiero hacerles saber que la poderosa gran anaconda verde con la que nadé, fue encontrada muerta en el río este fin de semana (…). ¡Estoy tan triste y enojado al mismo tiempo! Qué pérdida tan triste y trágica. ¡Y qué enfermo tenés que estar para hacerle esto a un animal tan hermoso y único!”, expresó Vonk.
Puedes leer la nota completa en La Nación
