La petrolera española Repsol y la italiana Eni podrán comenzar a enviar petróleo de Venezuela a Europa el próximo mes, para compensar los cortes en el suministro y la adquisición de crudo de Rusia, tras las sanciones por la invasión de Ucrania. Supone un paso más en el levantamiento de sanciones de la Casa Blanca a la dictadura venezolana, tres meses después de que una delegación estadounidense se viera con Nicolás Maduro en Caracas.
Por David Alandete – ABC DE ESPAÑA
Esta misma semana, EE.UU. preside la Cumbre de las Américas en Los Ángeles. El presidente de México, Andres Manuel López Obrador, dijo que la boicotearía si Joe Biden no invitaba a Nicolás Maduro, además de los dictadores de Cuba y Nicaragua. Aunque Biden ha maniobrado levantando sanciones tanto a Venezuela como a Cuba, este lunes 6 de junio López Obrador ha dicho que no acudirá a la cumbre.
Fue la agencia Reuters quien reveló el levantamiento parcial de sanciones sobre las petroleras la noche del domingo, citando a cinco fuentes conocedoras de esa decisión. Así la Casa Blanca permite a ambas empresas energéticas canjear crudo por deuda contraída con ellas por el régimen venezolano, algo que se vieron obligadas a dejar de hacer en 2020 por las presiones de la Administración Trump.
Las fuentes citadas por Reuters afirman que Repsol y Eni no recibirán grandes cantidades de crudo de Venezuela, y no esperan que la medida tenga un gran impacto en el precio de ese combustible. El presidente Joe Biden ha presionado a Europa para que se sume a EE.UU. y renuncie completamente al petróleo ruso, que le sigue proporcionando liquidez a Vladímir Putin.
En marzo viajaron a Caracas el encargado de América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Juan González; el embajador norteamericano ante Venezuela, James Story, y el enviado especial del presidente Biden para liberar rehenes, Roger Carstens, que se vieron con Maduro en persona.
El chavismo liberó después a dos estadounidenses que tenía presos: Gustavo Cárdenas, uno de los llamados seis de Citgo, los ejecutivos de esa empresa refinadora que fueron detenidos en Venezuela en 2017 por cargos de corrupción, y Jorge Fernández, un turista detenido el año pasado acusado de terrorismo por estar en posesión de un dron.
Después hubo un primer levantamiento parcial de sanciones a Venezuela. Por un lado, el gobierno norteamericano permitió a la petrolera estadounidense Chevron negociar algunas licencias directamente con el régimen venezolano, aunque de momento no se le permiten nuevas perforaciones o exportaciones de crudo venezolano. Por otro lado se elimina a un ex directivo de la petrolera estatal Pdvsa y sobrino de la primera dama venezolana, Carlos Erik Malpica-Flores, de la lista oficial de sancionados de EE.UU., en la que fue incluido por corrupción. Esta decisión fue criticada por los opositores al chavismo, a los que Washington reconoce legítimos representantes del pueblo venezolano.
Levantamiento de sanciones
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, dijo el mes pasado en redes sociales que esperaba que las aperturas de EE.UU. «allanen el camino para el levantamiento total de las sanciones ilegales que afectan a todo nuestro pueblo».
Además, 18 legisladores demócratas habían pedido a Biden en una carta que levantara las sanciones contra Maduro, para mitigar los efectos de las sanciones sobre la población. Pero estos representan al ala izquierda de su partido, y el presidente de la influyente comisión de Exteriores del Senado, el también demócrata Bob Menéndez, criticó muy duramente la decisión de Biden.
«La Administración Biden debe abstenerse de levantar cualquier sanción adicional hasta que Maduro haga concesiones concretas en la mesa de negociación. Además, EE.UU. no puede darse el lujo de darle más concesiones al régimen hasta que Maduro libere a los ciudadanos estadounidenses restantes que actualmente se encuentran retenidos como rehenes en Caracas», dijo el senador Menéndez en su día en un comunicado.
Entre otros, están presos en Venezuela José Ángel Pereira, Jorge Toledo, José Luis Zambrano, Tomeu Vadell y Alirio José Zambrano directivos de Citgo, filial de la petrolera estatal venezolana Pdvsa. El régimen les hizo acudir a Caracas con falsas excusas y les detuvo en 2017 acusados de malversación de fondos. Hace un año entraron en arresto domiciliario, pero fueron recapturados tras la extradición a EE.UU. de Álex Saab, el supuesto testaferro de Maduro, que había sido detenido en Cabo Verde. Les arrestó el Sebin, el servicio de inteligencia, y se hallan en el temido Helicoide, la prisión que este gestiona en Caracas, donde en el pasado han sido documentadas torturas.
Las petroleras dejaron de canjear crudo venezolano por deuda a mediados de 2020 por las presiones de la Casa Blanca de Trump, que las advirtió repetidamente de graves consecuencias si trataban con Maduro. Según Reuters, Pdvsa, la petrolera estatal venezolana no ha previsto que Repsol y Eni asuman cargamentos este mes, de junio.