La crisis venezolana genera más incógnitas que certezas, y este miércoles Andrés Pastrana, expresidente colombiano; Manuel Valls, ex primer ministro francés; Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas; y Pedro Burelli, exdirectivo de Pdvsa, se reunieron en el evento ‘Venezuela, ¿y ahora qué?’, organizado por la Fundación FAES, en Madrid, para discutir el futuro del país caribeño.
La mesa, moderada por Miguel Henrique Otero, director del periódico venezolano ‘El Nacional’, se inició con una intervención grabada de María Corina Machado en la que resumió la «gesta ciudadana» que le permitió llegar al 28 de julio y demostrar que Edmundo González es el presidente electo de Venezuela. «Tenemos que concentrarnos en la estrategia -dijo Machado -y hacer que el costo de permanencia [de Maduro] sea mayor que el de salida».
«Es una equivocación cuando se habla de un fraude en Venezuela y no de un golpe de Estado», aseguró Pastrana, quien considera que la salida del conflicto pasa por la Corte Penal Internacional, donde Maduro deberá responder por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante su mandato. «Es ahí donde deberíamos concentrar todos nuestros esfuerzos, porque el miedo que le tiene Maduro es grande».
Por su parte, Borelli aseguró que «si no llegamos a un acuerdo sobre cuál es el problema, difícilmente llegaremos a la solución». A su parecer, «el mundo sigue viendo el tema de Venezuela de manera equivocada», pues «el origen de la crisis no es política, sino criminal» y los modos de lidiar con cada una requieren distintos abordajes.
El francés Valls aseguró que en este proceso Europa espera mucho de España, que es quien tiene que «liderar la discusión sobre América Latina» y consideró esencial que los Gobiernos europeos reconozcan el triunfo de Edmundo y acompañen al pueblo venezolano.
De igual forma, Ledezma reiteró el hecho de que «esta Venezuela no es la misma en la que compitieron Chávez y Capriles. En esta coyuntura tenemos a todo un país encausado a favor de un cambio profundo». El exalcalde también destacó la necesidad de pensar en el día después y, «siguiendo el ejemplo del final de la Segunda Guerra Mundial, aplicar un Plan Marshall tropical para financiar la reconstrucción de Venezuela en todos los ámbitos».