La venezolana Gabriela Araujo nació en Valencia, estado Carabobo, pero en su nuevo pasaporte aparece Distrito Capital como lugar de nacimiento, lo que es un «grave error» que le perjudica en todos los trámites de identificación que deba hacer tanto dentro como fuera de su país de origen.
Por LUDMILA VINOGRADOFF – ABC DE ESPAÑA
En conversación con ABC, Araujo denunció que el Consulado de Venezuela en Barcelona expidió la semana pasada los primeros 1.200 nuevos pasaportes de un lote de 5.000 que han llegado a la legación consular, aparentemente «defectuosos y con errores».
«Hemos estado esperando casi un año desde que hicimos la solicitud de los nuevos pasaportes y cuando por fin nos lo entregan entonces vienen casi todos equivocados con Distrito Capital como el lugar de nacimiento», dice.
Todas han sido probadas en Ucrania y el Kremlin aspira facturar 5.400 millones de dólares adicionales este año con su venta
Araujo ha preguntado a otros afectados y sólo 50 coinciden en haber nacido en Caracas, pero el resto de los 1.200 nació en otras regiones como Táchira, Monagas, Carabobo, Zulia, Apure. Además del error del lugar de nacimiento, »los documentos son de mala calidad de impresión (tinta borrosa y defectuosa)».
El consulado venezolano no se ha hecho responsable de los errores que ha cometido la oficina central de identificación y migración, SAIME, en Caracas al enviar la documentación en esas condiciones.
«Cuando les pedí una solución me remitieron a la página de información consular para escribir un correo electrónico y aclarar los errores del pasaporte. También se negaron apostillar el certificado correcto de identidad», añadió.
Con el error de identidad el pasaporte venezolano no sirve para nada y nadie los va aceptar, «estamos condenados a demostrar nuestra verdadera identidad en cada trámite o ser detenidos hasta aclarar el error. Es realmente un calvario el que nos somete el gobierno», reclama indignada Araujo.
El consulado nunca debió entregar los documentos con esos errores, más bien debe pedir la devolución y expedir unos nuevos, «es lo que procede», concluye.