Acoso y hostigamiento. El régimen de Nicolás Maduro arremete contra las ONG y las criminaliza. Este martes el Tribunal Cuarto de Control allanó las oficinas de «Convite», incautó su equipo de trabajo e interrogó a su directiva por presunto terrorismo, lo que ha dejado sin tratamiento médico e insumos a miles de personas que dependen de su ayuda. Convite es la segunda ONG de ayuda humanitaria después de «Alimenta la Solidaridad», que es víctima de la persecución y acoso por parte del régimen por simplemente recibir fondos internacionales para atender a los sectores más necesitados y vulnerables de la crisis que asola a Venezuela.
Por Ludmila Vinogradoff / abc.es
El director de Convite, Luis Francisco Cabezas, declaró por las redes sociales: «Nuestro trabajo humanitario permite apoyar con medicamentos e insumos. No somos el problema. Somos parte de la solución ante tanto sufrimiento. Basta de hostigamiento y persecución». Y agregó: «Nuestro trabajo se ha enfocado en atender y escuchar las necesidades de las personas mayores. Hemos sido un apoyo y socorro para miles de personas en condición de vulnerabilidad. Donar medicamentos no es delito», antes de ser llevado por los agentes policiales de las Fuerzas de Accione Especiales (FAES) que vestían máscaras de calaveras negras.
Desde hace cinco años, Convite ha venido trabajando con las personas mayores, 3 de cada 5 ancianos se acuestan con hambre, es decir, apenas comen una vez al día. El 25% de las personas mayores viven solos y subsisten con una pensión de 0,88 centavos al mes. Al exigir el cese del hostigamiento hacia los defensores de los derechos humanos y la devolución de todos los bienes que las FAES han incautado de su oficina, Cabezas señala que «es urgente brindar asistencia y protección a la gente de tercera edad». Si el régimen decide bloquear los fondos y cerrar Convite «será una gran pérdida para las personas que son atendidas y dependen de los medicamentos que les suministramos».
Luisa Kislinger protestó al régimen por el ataque a Convite. Y no le falta razón para quejarse: «Cuando mi madre estuvo enferma @conviteac fue una de las ONG que nos ayudó a conseguir sus medicamentos Convite ayuda a miles de personas como mi madre en medio de la emergencia humanitaria compleja en #Venezuela Basta de criminalizar a quienes defienden DDHH y ayudan», escribió en su cuenta de Twitter.
Peligra la comida de 25.000 niños
Las ONG «Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive» también fueron víctima de persecución y hostigamiento. El pasado 24 de noviembre un grupo de la Policía Nacional contra la Corrupción allanó las oficinas de esta ONG y la casa de su director Roberto Patiño además de congelar todas sus cuentas bancarias por orden se la superintendencia bancaria (Sudeban).
«Estas acciones comprometen seriamente las operaciones de los comedores y ponen en riesgo la atención de niños venezolanos y sus familias en comunidades vulnerables. El hostigamiento busca criminalizar las actividades de ayuda y asistencia a las comunidades amenazando a miles de mujeres comprometidas con trabajar por su comunidad, y cuyo objetivo no es otro que tratar de contener las gravísimas consecuencias para la salud, la nutrición y la convivencia social de la situación humanitaria que hoy padecemos», dijo Patiño.
Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive son miembros del Plan de respuesta humanitaria de las Naciones Unidas, tiene entre 4 y 7 años de experiencia y han beneficiado a 25.000 niños y familias en riesgo de inseguridad alimentaria, así como madres lactantes, mujeres embarazadas y a personas de la tercera edad. Durante la pandemia han atendido a más de 14 hospitales y centros de salud, entregado más de 65.000 alimentos a través de la red apoyo a los trabajadores de la salud, por lo que aseguraron que el equipo está en disposición de colaborar con las autoridades en suministrar toda la información necesaria.
Actualmente, hay 240 comedores en 14 estados. Este año empezaron atendiendo a 11.000 niños y esperan llegar a 18.000 al finalizar el año, de acuerdo con las recientes declaraciones dadas por Patiño a este portal, en las que destacó que 6 de cada 10 comedores está cocinando con leña, en vista de la escasez de bombonas de gas. Además de los niños también se benefician los trabajadores, dijo Mauro Zambrano, activista del sector salud y directivo de Monitor Salud.