La grave crisis en Venezuela y la falta de pensiones dignas obligan a los adultos mayores a dejar a un lado el descanso para trabajar en el sector informal.
Venta de chucherías, parqueros o simplemente mendigar dinero son las actividades más comunes que practican los abuelitos.
«Vendo chucherías en una carretilla rodante que tengo. Ahorita hago alrededor de siete u ocho dólares al día, para reponer la mercancía y llevar algo para la casa», expresó José Hernández un venezolano de 65 años.
De acuerdo con cifras de la ONG Convite, 4.500.000 adultos mayores se encuentran en condición de vulnerabilidad, mientras que al menos 500.000 viven solos.
Con información de Unión Radio