En estos meses complicados debido a la crisis sanitaria motivada por el coronavirus la piel de muchos ha experimentado brotes de acné. No estás solo y es que, tal y como nos confirma el doctor Manuel Aquino, dermatologo del Centro Clínico Dr Richard Aquino, durante la cuarentena por la pandemia de Covid-19, ha sido una de las principales consultas.
Son muchas las causas que han podido influir en la aparición de estos brotes, desde el estrés o la ansiedad que hemos podido padecer estos días, al uso de cosméticos inadecuados, pasando por la alimentación y el uso del tapabocas.
«El acné tiene que ver mucho con los trastornos hormonales, cuando sufrimos de estrés producimos grandes cantidades de cortisol y esto tienden a aumentar el acné», explicó el experto a #ConexionLosSalias.
Agrega que igualmente el uso de tapabocas en la zona bucal y el reúso de esos hace que aumente la producción de patógenos en el área que afectan el folículo piloso y producen esta afección en la piel.
Aquino recomienda crear una rutina de higiene adecuada para el rostro «usar el jabón correcto para el tipo de piel, si es un acné mucho más severo llevar un tratamiento tópico en la piel, pero es fácil combatirlo, lo más importante es crear este hábito».
Es vital
«No tocar las pústulas o los puntos negros porque lesionamos la piel y generamos procesos infecciosos mayores, cuándo digo no tocar es no exprimir con las uñas por qué allí entraríamos en complicaciones», agregó Aquino.
La alimentación también influye en el acné. Mantener unos hábitos saludables tantos días es complicado y es normal haber caído en tentaciones y caprichos, abusando de dulces o alimentos grasos, que pueden estar detrás de un brote de acné.
Y es que cuando ingerimos muchos alimentos ricos en azúcares, aumentamos los procesos de glicación e inflamación del organismo y la piel. Además, se generan más obstrucciones intestinales que se somatizan directamente en la piel.
Recomiendan aumentar la ingesta de alimentos antiinflamatorios, como pueden ser verduras de hoja verde, frutas bajas en azúcar y ricas en fibra, proteínas de bajo índice glicémico, alimentos ricos en antioxidantes (frutos rojos o té verde, por ejemplo), y omegas, presentes en el pescado azul, sobre todo.
Cuando ingerimos muchas grasas saturadas, estas también se reflejan en la piel. Metemos grasa al cuerpo, y así de una manera indirecta engrasamos nuestra piel, favoreciendo estos procesos acneicos.