La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) pidió este miércoles a la comunidad internacional 21,4 millones de dólares (19,3 millones de euros) para proteger de la mpox (antes llamada viruela del mono) a 9,9 millones de personas desplazadas a la fuerza de sus hogares en 35 países de África.
«Este nuevo brote de mpox pone en alto riesgo a las poblaciones más vulnerables, incluyendo a muchos refugiados y comunidades forzosamente desplazadas que viven en condiciones difíciles», alertó en un comunicado Allen Maina, jefe de Salud Pública de Acnur.
«A menudo, viven en refugios superpoblados sin acceso a agua potable, jabón y alimentos nutritivos. Para los refugiados y las comunidades desplazadas que ya enfrentan enormes desafíos para acceder a la atención médica, estas condiciones los colocan bajo un mayor riesgo de enfermarse», añadió Maina.
Según Acnur, se han registrado al menos 88 infecciones de mpox entre personas refugiadas en África, un continente que acoge más de un tercio de las personas forzosamente desplazadas en el mundo y donde muchas de ellas se ven afectadas por conflictos, desastres naturales y una falta «crónica» de fondos humanitarios.
De esos casos, al menos 68 han sido detectados en la República Democrática del Congo (RDC), epicentro del actual brote de la enfermedad y que sufre una de las peores crisis de desplazamiento del mundo y la violencia de más de un centenar de grupos armados en el este de su territorio.
También se han detectado infecciones entre refugiados en las vecinas República del Congo y Ruanda.
La epidemia de mpox ha dejado ya 24.851 casos y 643 muertes desde principios de 2024 en catorce países africanos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC de África), la agencia de salud pública de la Unión Africana (UA).
Los CDC de África declararon el pasado 13 de agosto esta enfermedad como una «emergencia de salud pública de seguridad continental» y, un día después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el estado de alerta sanitaria a nivel internacional.
Esa declaración por parte de la OMS se refiere a la elevada mortalidad y la rápida expansión en África de una nueva variante (clado 1b), de la cual se identificó un primer caso fuera del continente en Suecia, en una persona que viajó a la región africana donde el virus circula con intensidad.
Esa variante es diferente al clado 2, que causó en 2022 un violento brote en África y cientos de casos en Europa, Norteamérica y países de otras regiones, y ya indujo a la declaración de la emergencia sanitaria de alcance internacional de la OMS entre 2022 y 2023. EFE