ACNUR informa de nuevos cierres de programas por su crisis financiera, agravada por EEUU
La crisis de financiación que sufre la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), agravada por el parón en la ayuda que recibía de uno de sus principales contribuyentes, EEUU, ha obligado a detener diversos programas de ayuda a refugiados incluso en zonas donde aún son vulnerables, advirtió la organización.
En Sudán del Sur, por ejemplo, un 75 % de los espacios donde ofrecía servicios de asistencia a mujeres y niños han dejado de funcionar, «dejando a unas 80.000 víctimas de violencia y abusos sexuales sin cuidado sanitario, asistencia legal o apoyo económico», señaló en una rueda de prensa la directora de ACNUR para protección internacional, Elizabeth Tan.
También han cerrado 63 programas de ayuda en Jordania, que asistían a 200.000 personas, y otras iniciativas de apoyo a mujeres contra la violencia en países con población refugiada vulnerable como Burkina Faso, República Centroafricana, Chad, Malí, Camerún o Nigeria.
«En el Cuerno de África y la Región de los Grandes Lagos 850.000 desplazados no recibirán ya asistencia legal esencial», añadió Tan, quien subrayó que estos problemas se reproducen en otras regiones como Latinoamérica, donde están en peligro los trámites para poder dar documentación y legalizar a 500.000 venezolanos en Colombia.
«Los profundos recortes de financiación están eliminando una asistencia que era vital para los refugiados más vulnerables en el planeta, quienes se exponen ahora a riesgos aún mayores de sufrir abusos y pobreza», alertó la representante de ACNUR.
En este sentido, Tan recordó que unos 17,4 millones de niños refugiados corren esos riesgos, y los de sufrir explotación, caer en redes de tráfico de personas o verse separados de sus familias.
EFE