Si la actividad pesquera en las islas de Margarita y Coche estaba en crisis por las restricciones en el suministro de combustible, desde hace cerca de un mes la situación tocó fondo como consecuencia de un nuevo recorte en el litraje.
Gustavo Guerra vocero de la Asociación de Pescadores de Altura de la entidad, aseguró que de 300 litros mensuales que tenían asignados, actualmente se disminuyó a 40.
Como resultado de esa reciente restricción a través del sistema Patria, al menos 700 embarcaciones de la flota pesquera de altura pargo mero en Nueva Esparta, se encuentran fondeadas en las costas neoespartanas por falta de combustible.
El vocero del gremio de los pescadores de altura resaltó que la situación se ha prestado para el bachaqueo de huellas registradas en el sistema Patria y que mientras enfrentan tal situación, son muchas naves las que se encuentran varadas a orillas del mar.
“En mi caso que tengo una embarcación que carga 8.000 litros de gasolina tendría que buscar al menos 200 personas para que pasen la huella y pagarles 10 dólares a cada uno. Cuando haces la sumatoria es un poco de dinero que no va al Estado, ni Pdvsa, ni al Ministerio de Petróleo y tampoco repercute en obras de interés social para los venezolanos”, indicó Guerra.
Estimaciones oficiales de la Asociación de Pescadores de Altura de la entidad dan cuenta que para surtir una embarcación con 10.000 litros de diésel para salir a faenar en aguas internacionales, necesitan de 5.000 dólares, a lo cual deben sumar otros 8.000 dólares para gastos de alimentos, insumos para la pesca y aranceles.
Eso se traduce en que para cada faena tendrían que invertir un mínimo de 13.000 dólares y si con suerte logran meter mil kilos de pescado a Trinidad, que es donde lo pueden comercializar el precio más alto les pagan es de 10 dólares por kilo, por lo que quedarían debiendo 3.000 dólares por faena.
Según las autoridades de la referida asociación, la situación no solamente afecta a más de 9.000 familias que dependen de sus faenas, en las poco más de 700 embarcaciones de altura, sino también las instituciones del Estado que se benefician con los 300 kilos de especies marinas que cada embarcación debe aportar al Insopesca al regresar de faenar.
Entre las instituciones que reciben el aporte proteico se cuentan planteles educativos públicos, cuerpos de seguridad, geriátricos y hospitales.