El esperado regreso de Adele a los escenarios para la presentación de su flamante álbum 30 sufrió un imprevisto el jueves. Cuando faltaban 24 horas para el estreno de su residencia en Las Vegas, la cantante de «Hello» anunció a través de su cuenta de Instagram que los conciertos programados para enero, marzo y abril se pospondrían. Debido a que el anuncio se produjo muy cerca de las primeras fechas, la gran mayoría de los fanáticos que habían adquirido tickets para las funciones ya estaban en la ciudad, o bien se encontraban viajando hacia allí, lo cual hizo llorar a la artista por sentir que les estaba fallando. Sin embargo, su audiencia comprendió sus razones. «Tengo los mejores fans del mundo, su amor y su cariño son abrumadores, gracias», tuiteó la estrella.
En las últimas horas, la publicación The Daily Mail reveló una fuerte pelea que protagonizó Adele con una de sus colaboradoras más estrechas: la diseñadora de producción de sus shows, Esmeralda Devlin. De acuerdo a lo comunicado por el portal, Adkins quería que todo luciera perfecto, pero al ver los retrasos que generó el covid en el armado del espectáculo «tuvo un ataque de pánico» y protagonizó «una explosiva discusión» con Devlin.
«A pesar de que costó millones armar el set, Adele no estaba contenta con el resultado y se lo dejó bien claro a Es», dijo una fuente cercana al equipo. «Ella ya estaba nerviosa, y la pelea la hizo entrar en pánico, porque estaba desesperada porque todo fuera perfecto».
Por otro lado, como se debieron realizar muchas modificaciones en la producción debido a los retrasos en las entregas de ciertos elementos y a que varios integrantes del equipo estaban cursando el coronavirus, Adele notó que se estaba armando un espectáculo que no estaba ligado a su visión primigenia. «Parecía que, si bien ella siempre había preferido una actuación despojada, estaba bajo cierta presión para presentar algo extravagante», sumó otra fuente.
«Hubo un choque constante entre esas dos versiones de lo que debería ser el show, y eso provocó algunas discusiones bastante explosivas. Es bien sabido que Adele sufre mucho de ansiedad a la hora de actuar en vivo, por lo que es difícil imaginarla seguir adelante si no estaba feliz… ella estaba tan emocionada con estos espectáculos, pero a la hora de la verdad, había mucha indecisión y conflicto para que éstos funcionaran», concluyó la fuente.
El anuncio de Adele entre lágrimas
Desde su casa y visiblemente triste, Adele comunicaba la cancelación de sus espectáculos. «Hola. Quiero pedirles disculpas pero mi show no está listo. Hemos hecho todo lo posible para montarlo a tiempo y que sea lo suficientemente bueno para ustedes, pero los retrasos en las entregas y el covid nos han destrozado por completo. La mitad de mi equipo, la mitad de mi gente, está con covid», le contaba a sus seguidores a través de sus redes sociales.
«Ha sido imposible terminar el espectáculo y no puedo mostrarles lo que tengo hasta ahora. Estoy cansada… estoy cansada. Siento mucho que sea todo a última hora, pero llevamos más de 30 horas despiertos intentando solucionarlo y se nos ha acabado el tiempo», explicó. «Estoy muy apenada y muy avergonzada. De nuevo, lo siento mucho por todos los que han viajado para verme. Lo siento mucho, lo siento mucho, lo siento mucho», agregó.
Asimismo, Adele comunicó que los shows se harán más adelante. «Vamos a reprogramar todas las fechas, estamos en eso ahora mismo, y voy a terminar mi show y voy a hacer un espectáculo como el que se supone que tengo que hacer. Siento mucho que haya sido imposible, nos hemos enfrentado a muchas cosas y no está listo. Lo siento mucho», culminó, no sin antes quebrarse cuando mencionó que muchos habían viajado desde distintas partes del mundo para verla, lo cual la condujo a comunicarse personalmente por videollamada con algunos de sus fans, quienes le brindaron su apoyo incondicional.
El espectáculo Weekends with Adele comenzaba el viernes 21 de enero en el Colosseum del Caesars Palace, e iba a estar en cartel hasta mediados de abril, con dos funciones cada fin de semana. La cantante anunció su propia residencia en Las Vegas el mes de noviembre, poco después del lanzamiento de su disco.