A partir del miércoles 15 de junio de 2022, Microsoft ya no admitirá el navegador que una vez fue dominante con legiones de internautas. Su reemplazo es Microsoft Edge, descrito por el gigante tecnológico como “una experiencia más rápida, segura y moderna”.
Amado por muchos y odiado por otros, Internet Explorer se unió este miércoles 15 de junio de 2022 a los teléfonos BlackBerry, los módems de acceso telefónico y muchos otros inventos que fueron a parar en el basurero de la historia de la tecnología.
La desaparición del célebre navegador de Microsoft no fue una sorpresa. Hace un año, el gigante tecnológico dijo que le pondría fin para empujar a los usuarios a su navegador Edge, que se lanzó en 2015.
Después del primer navegador ampliamente popular, Netscape Navigator, Internet Explorer entró en servicio el 16 de agosto de 1995 como un componente del paquete de Windows 95. Desde entonces, ha tenido 11 versiones, la más reciente, lanzada en 2013 como parte integral de Microsoft 8.1.
Un sistema más “rápido, seguro y moderno”
El gerente general de Microsoft Edge Enterprise, Sean Lyndersay, dijo que «el futuro del Internet Explorer en Windows 10 está en Microsoft Edge», cuando hizo el anuncio oficial en mayo pasado.
Según Lyndersay, «Microsoft Edge no solo ofrece una experiencia más rápida, segura y moderna que la búsqueda en Internet Explorer, sino que es también capaz de encarar una preocupación clave: la compatibilidad con sitios y aplicaciones más viejas».
Explorer alcanzó la cima de su popularidad en 2003 con casi el 95 % del uso de navegadores, pero desde entonces Microsoft encaró la competencia de otros servicios, y en 2016 la firma suspendió el desarrollo de nuevas funciones enfocándose en un navegador nuevo.
Para mayo de 2022, según la empresa de análisis de Internet Statcounter, Internet Explorer tenía una cuota de mercado de poco menos del 4%, apenas por encima de competidores como Firefox, Opera y Samsung Internet.
En dirección contraria, Chrome de Google o Safari de Apple han ganado más participación y ahora tienen más del 80% de la cuota de mercado.
Una historia que no estuvo exenta de polémica
El Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó a Microsoft en 1997, diciendo que violó la ley al exigir a los fabricantes de computadores que usaran su navegador como condición para acceder a Windows. Finalmente, la empresa acordó resolver la batalla antimonopolio en 2002.
También tuvo líos con los reguladores europeos que dijeron que vincular Internet Explorer a Windows le daba una ventaja injusta sobre rivales como Firefox de Mozilla, Opera y Chrome de Google.
Por el lado empresarial, muchos usuarios se quejaban de que Internet Explorer era lento, propenso a bloquearse y vulnerable a los ataques. Aunque muchos reconocen que lo van a extrañar.