Se espera que el líder socialista Pedro Sánchez intente su investidura en España para evitar unas nuevas elecciones, luego del fracaso del derechista Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, todavía hay un camino por recorrer, ya que en España no es presidente quien gana las elecciones, sino quien logra una mayoría parlamentaria.
Este lunes, el rey Felipe VI iniciará una nueva ronda de consultas con los líderes de los partidos representados en el Congreso. Después de estas reuniones, se le encargará al nuevo candidato la formación de Gobierno.
La persona designada es Pedro Sánchez, no solo porque su partido, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fue el segundo más votado, sino también porque se presume que tiene más posibilidades de éxito que Feijóo, cuya alianza con el ultraderechista Vox le impidió obtener suficientes apoyos.
Inicialmente, Sánchez tenía una posición más favorable, ya que cuenta con más afinidad con los partidos progresistas e independentistas de izquierda y derecha. Sin embargo, el panorama se complicó después de que los independentistas le exigieran fijar un marco para la celebración de un referéndum de autodeterminación y la amnistía para los procesados por la consulta ilegal en Cataluña en 2017 y la posterior declaración unilateral de independencia.
Las reuniones seguirán un orden de partidos según el número de diputados, comenzando con las fuerzas conservadoras UPN y Coalición Canaria, seguidas por el Partido Nacionalista Vasco. Por la tarde, se reunirá con la coalición progresista Sumar y con Vox. El martes será el turno del PSOE y del PP, que cerrará la ronda de consultas.
Los partidos Junts per Catalunya, Esquerra Republicana de Catalunya, EH Bildu y Bloque Nacionalista Galego han rechazado reunirse con el rey.
Le toca al rey con Sánchez
Si el rey designa a Sánchez como candidato, la presidenta del Congreso tiene hasta el 24 de noviembre para fijar la fecha del debate de investidura. Sánchez tendrá dos intentos para obtener la mayoría necesaria de votos: uno en el que necesita conseguir la mayoría absoluta de 176 escaños, y otro, 48 horas después, en el que le bastaría con obtener una mayoría simple. Es decir, más votos a favor que en contra, incluyendo las abstenciones.
En caso de que Sánchez también fracase en su intento de investidura, podrían llevarse a cabo nuevos intentos. Si el 27 de noviembre no se ha logrado investir a un presidente, se disolverían las Cortes y se convocarían automáticamente nuevas elecciones generales, que se celebrarían el 14 de enero de 2024.
El proceso de investidura en España es crucial para determinar quién será el próximo presidente del gobierno. Con el rey Felipe VI iniciando las consultas y los líderes políticos negociando y buscando apoyos, el panorama político del país está en un momento crucial. El desenlace de este proceso tendrá un impacto significativo en el futuro político de España y en la estabilidad del gobierno.
