Redaccion El Tequeno Aida Rosa Herrera no solo ha destacado como educadora y orientadora de la conducta en el ámbito escolar, sino también como una líder comunitaria comprometida con el bienestar de su entorno. Su vocación por servir la ha llevado a extender su labor más allá de las aulas, organizando talleres para docentes, estudiantes y también para adultos mayores. Su reciente participación en el Taller de orientación y motivación personal para adultas mayores de la Fundación Contra mi Soledad refleja su compromiso con una educación integral y con el acompañamiento humano en todas las etapas de la vida.
¿Qué similitudes y diferencias encuentra entre la orientación de la conducta en el ámbito escolar y la orientación en este contexto con adultos mayores?
Ambos contextos comparten la necesidad de fomentar la autoestima, la empatía y la autorregulación emocional. En el ámbito escolar se trabaja con la formación de hábitos, valores y habilidades sociales desde etapas tempranas, mientras que con adultos mayores se parte del reconocimiento de vivencias previas, buscando resignificar su rol y fortalecer su sentido de propósito. En ambos casos, la escucha activa y el respeto por la individualidad son esenciales. Sin embargo, en los adultos mayores se enfatiza más el acompañamiento emocional y la motivación para el bienestar integral en esta etapa de la vida.
Con cada acción, Aida Rosa demuestra que educar también es cuidar, escuchar y acompañar. Su trabajo con niños, jóvenes, docentes y adultos mayores evidencia que el bienestar emocional no tiene edad, y que toda persona, en cualquier etapa de su vida, merece atención, respeto y motivación. Su ejemplo nos recuerda que la verdadera vocación educativa es un compromiso con la humanidad.
