La alcaldesa del Condado Miami-Dade, Daniella Levine Cava, consideró que el gobierno del presidente Joe Biden no debería negociar o comprar petróleo al régimen de Nicolás Maduro, sumándose así a la posición de congresistas republicanos de la Florida quienes han rechazado este acercamiento.
Por El Nuevo Herald
“EEUU no debería, bajo ninguna circunstancia, negociar o comprar petróleo del régimen opresivo de Venezuela. Miami-Dade recibe la mayoría de los exiliados venezolanos, y me solidarizo con nuestra delegación de congresistas quienes han dicho claramente que esta no debería nunca ser una opción”, dijo Levine Cava este martes en un comunicado.
Su pronunciamiento se realizó el mismo día en que tres legisladores republicanos de la Florida, Mario Díaz-Balart, Carlos Giménez y María Elvira Salazar discutían los informes de reuniones del gobierno estadounidense con Maduro.
“Seguimos condenando las atrocidades cometidas por el régimen de Maduro, y es buena noticia que dos estadounidenses hayan sido liberados después de ser encarcelados injustamente. El gobierno venezolano debe liberar a todos los prisioneros políticos que han sido encarcelados injustamente por criticar al gobierno”, dijo la alcaldesa demócrata.
La oficina de Díaz-Balart afirmó que hay reuniones “secretas en curso de la administración Biden con Maduro y sus compinches en un intento de otorgar concesiones al régimen de Maduro”. Advirtió que si la administración de Biden acepta debilitar las sanciones o lanzar un salvavidas a la “dictadura asesina y antiestadounidense de Maduro”, traicionaría “descaradamente” al pueblo venezolano y a la causa de la libertad, así como a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.
La semana pasadas varios legisladores republicanos de la Florida pidieron en una carta a Biden, al secretario de Estado, Antony Blinken, y a la secretaria de Energía, Jennifer Granholmy, que no levante las sanciones a Maduro y otros funcionarios de su régimen.
“Al negociar con la dictadura de Maduro, su administración está socavando la política exterior estadounidense hacia Venezuela y está descuidando el compromiso de Estados Unidos con la comunidad venezolana en el exilio”, señala la carta.
La misiva fue liderada por el representante Giménez, y firmada por el senador Marco Rubio, el senador Rick Scott, y los representantes Díaz-Balart y Salazar.
El senador demócrata Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, también se opuso “rotundamente” a que el gobierno de EEUU negocie con el régimen de Maduro , arguyendo que es un “cáncer” para el hemisferio y que Washington no debe hacer nada para darle “nueva vida a su reino de tortura y asesinato”.
Una delegación del gobierno estadounidense viajó a Venezuela el fin de semana del 5 de marzo, visita confirmada por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. “El propósito del viaje que realizaron los funcionarios de la administración fue discutir una variedad de temas, incluida, sin duda, la seguridad energética, pero también discutir la salud y el bienestar de los ciudadanos estadounidenses detenidos. Nunca vamos a perder la oportunidad de hacer exactamente eso”, dijo Psaki a la prensa.
La reunión se llevó tres días antes de que Biden prohibiera la importación de crudo ruso por la invasión a Ucrania.