Este año Analítica.com está cumpliendo 27 años, casi las tres décadas de retroceso, más tiempo que la revolución castrochavista, con una dura y perenne lucha por mantener en alto la bandera de la Venezuela que es mucho más que los simples dogmas partidistas y los nuevos usos de una revolución empeñada en ser lo contrario a Midas, es decir, todo lo que toca lo convierte en pobreza, y no es que odie la riqueza.
Lo que pasa es que odia la riqueza en beneficio de los demás, y especialmente la que hacen con su esfuerzo y su talento los hombres y mujeres de talento en Venezuela. Ser rico es malo, dijo Hugo Chávez, pero se refirió, y no aclaró en su momento, a ser rico como resultado del esfuerzo y del ingenio, y no de los favores oficialistas e interpretaciones castrorevolucionarios.
Analítica no es rica, y a duras penas logra mantener una pequeñísima plantilla que, bajo la dirección del gestor y fundador, Emilio Figueredo Planchart, deja constancia diaria de que en este país no todo se ha perdido, aunque gobiernen manu militari y policial quienes como el tio de Donald Duck se aferran a todo el dinero en el cual se zambullen codiciosos, y como aquél Pinocho al cual por mentir le creció la nariz. Sólo que las narices chavistas no crecen, los que crecen son sus falsedades, sus alardes y su buena vida.
Analítica es el ejemplo perseverante del empecinamiento venezolano en lo bueno por encima de ríos envenenados y contrarios, plagados de caimanes hambrientos, ruido y maldad. Porque esta Venezuela que hoy se debate entre torturadores y mentirosos, entre quienes nacieron con honor y hoy son sólo asalariados codiciosos, con proclamas en procura de la libertad y la soberanía aunque se aferran al control ciudadano y a la dependencia de Cuba, Rusia e Irán, y los compromisos que asume un pueblo por ser libre, esta Venezuela está empeñada en ver luces en un final de túnel que se acerca más.
Ésta no es la Venezuela que nació con las luchas de un Simón Bolívar que se jugó su destino y su fortuna por la libertad, un Andrés Bello tan sabio que creó toda una gramática y fue un maestro de profundidades intelectuales, un José Antonio Páez que supo pelear lanza en mano y se dedicó a aprender y a ser un hombre culto mientras ejercía la política, un José María Vargas el sabio apabullado por la brutalidad y tantos hombres y mujeres de talento acosados, encarcelados, torturados, muertos por la ignorancia, la codicia, la deshonestidad, el odio incomprensible de hombres y mujeres convencidos de que una revolución es odiar, reprimir y humillar.
Analítica nació hace 27 años por el sueño y el empeño de Emilio Figueredo Planchart, que convenció a otros destacados venezolanos de que el pensamiento y el análisis elevado eran y son posibles en Venezuela por encima de todo, y que son una obligación de quienes creemos que una Venezuela elevada e inteligente, a pesar de todo, sigue siendo una realidad, aunque debamos esperar un poco.
Gracias a Dios porque hay en Venezuela los que nos gobiernan mal, pero también los hombres y mujeres como Emilio Figueredo Planchart y aquellos a quienes él se dirige.