Los altos precios del jamón y el queso, así como demás productos de charcutería hacen que los ciudadanos de Carrizal hayan bajado el consumo o lo adecuen a sus posibilidades. El aumento en el costo de algunos alimentos es cada vez más frecuente, lo que impide la compra de todos, pues el salario minino no alcanza para cubrir los gastos de alimentación de una familia.
Pedro Izturis, propietario de un local charcutero en el mercado de Montaña Alta, en Carrizal, señaló que el 50 % de la venta general es de queso blanco duro para rayar por ser más rendidor y de menor costo, luego entran los demás productos, que serian los embutidos, las salchichas, así como el queso paisa y amarillo. Agrega los clientes han optado por recurrir a aquellos productos que en comparación son más accesibles.
Precisó que además de los elevados precios, las ventas no son iguales. En consecuencia ha tenido que eliminar productos como la chuleta ahumada, el queso Palmizulia al igual que el Santa Barbará. “La compra de salchichón, tocineta y chuleta ahumada ha descendido por los altos precios. Un kilo de chuleta ahumada te sale en 2.900 bolívares soberanos, con eso te puedes comprar tres o cuatro quilos de carne”.
Margarita Cardelicho, explicó que el nuevo aumento del salario mínimo sigue siendo insuficiente para la adquisición mensual de estos productos. Aseguró que come poca charcutería, lo que más compra es queso y complementa su alimentación con granos y vegetales.
Yelixta Ochoa, comenta que en comparación con el año pasado su poder adquisitivo y sus hábitos de consumo han ha cambiado. Reduciendo el consumo de embutidos, y solamente mantiene la compra de queso llanero.
Por su parte, José Noguera alega sigue comprando la misma cantidad y producto de su preferencia, incluyendo el queso paisa y jamón arepero, el cual destina únicamente para él desayuno de sus hijas de la escuela.
Daniela Parra