Una plaga en los cultivos cítricos en Venezuela ha acabado con 90 % de la producción de limones, naranjas y mandarinas. Se trata del Huanglongbing , conocida también como dragón amarillo, un virus propagado por el insecto Diaphorina citri que va matando lentamente a las plantas.
Prensa de Lara | Ana Uzcátegui
«El HLB es una enfermedad centrada en las plantas y va cerrando el xilema y el floema por donde pasa la savia hasta que elimina completamente la savia que entra en el torrente de la planta para poder mantenerse viva. En la medida que esto se va cerrando, primero las plantas disminuyen su producción, disminuyen su nutrición y posteriormente comienzan a morirse lentamente. Desde que la planta se contamina hasta que la planta muere pasan tres años», explicó.
Los productores de cítricos, que más del 90% se ubican entre los estados Yaracuy y Carabobo se dieron cuenta de la existencia de esta plaga en 2019, cuando ya sus cultivos comenzaron a morir y el daño a más de 40 mil hectáreas era irreparable. «El HLB solamente se detecta con pruebas moleculares que las hace únicamente el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). De allí fue donde se determinó la enfermedad, pero el proceso fue muy lento», relató.
Hoy la gran mayoría de cítricos que son comercializados en los mercados populares provienen del contrabando de países vecinos, denunció Romero. Sólo se conservan algunas naranjas producidas en suelo nacional que vienen del único invernadero libre de la plaga que se encuentra en Cagua, Miranda y es mantenido por el sector privado.
«Prácticamente los productores de cítricos en el país estamos quebrados. Yo tenía 55 mil matas de cítricos y no me quedó ninguna. Ahorita lo que estoy haciendo es criando ganado o sembrando caraotas, o cultivos de corto plazo, pero todo lo que eran los cítricos se perdió», argumentó. Sostiene que no existe en Venezuela una política de Estado para recuperar la producción de cítricos.
«Se necesitan créditos agrícolas que financien con capital por cuatro años los cultivos, y después de ese tiempo que las matas comiencen a producir se cobren intereses bancarios. Ese tipo de créditos desapareció», precisó. Si el Estado quisiera recuperar la producción de cítricos tendría que hacer primero viveros con plantas libres de bacterias de dragón amarillo, crear incentivos agrícolas estimulando el crédito a largo plazo y crear un plan nacional de erradicación del insecto Diaphorina citri.