Amnistía anima a negociación urgente sobre el cambio climático

 La organización Amnistía Internacional (AI) pidió a la reunión clave de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, iniciada en esta antigua capital alemana este lunes 16, que adopte, como una cuestión de derechos humanos, medidas urgentes para impulsar el abandono de los combustibles fósiles.
En su llamado, AI dijo que “los Estados deben emprender urgentemente acciones en materia climática diseñando una transición justa para abandonar los combustibles fósiles en todos los sectores, evitando así daños aún más graves para los derechos humanos en todo el mundo”.
“A pesar de los desafíos que suponen la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París, el incremento de las prácticas autoritarias en todo el mundo y la creciente devastación ambiental provocada por la escalada de los conflictos armados aún no es demasiado tarde para que los Estados lleguen a un acuerdo”, agregó si declaración.
El Acuerdo de París de 2015 comprometió a casi todos los Estados del mundo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que calientan la atmósfera, de modo que la temperatura media del planeta no exceda, hacia el año 2050, de 1,5 grados centígrados (°C) sobre la media de la era preindustrial (1850-1900).
Bonn alberga el 62 período de sesiones de los órganos subsidiarios de Asesoramiento Científico y Tecnológico y de Ejecución (SB62) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc), cuya 30 Conferencia de las Partes (COP30) se reunirá en noviembre en Belém, Brasil.
Ann Harrison, asesora sobre justicia climática en AI, expuso que “los devastadores daños a los derechos humanos como consecuencia del cambio climático se agravarán radicalmente a menos que se mantenga bajo control el calentamiento global”.
“Un número mayor de personas se hundirán aún más en la pobreza, perderán sus hogares o sufrirán los efectos de sequías e inseguridad alimentaria”, abundó.
Recordó que en 2024 el mundo superó por primera vez el umbral de 1,5 °C de calentamiento global sobre los niveles preindustriales, y durante ese año, el más caluroso del que hay registros, los incendios forestales asolaron América Latina y el Caribe sufrió el huracán de categoría 5 más temprano registrado en el Atlántico.
Cinco días de lluvias equivalentes a las precipitaciones de tres meses inundaron zonas de Europa, con el agravamiento de la emergencia climática, impulsada por la actividad humana y la quema continuada de combustibles fósiles, indicó.
La experta criticó que “los gobiernos están en manos de las empresas del sector de los combustibles fósiles, que han intentado restar importancia a los daños climáticos y desacreditar la ciencia climática, y los Estados siguen dando subvenciones a estas empresas, lo cual favorece la continuidad del sector”.
“Todo el mundo tiene derecho a vivir en un medioambiente limpio, saludable y sostenible, pero a medida que se intensifica la crisis climática tanto este derecho como otros están cada vez más amenazados”, insistió Harrison.
AI pidió que en particular se aborde la cuestión de la financiación climática, pues los países de bajos ingresos dedican más dinero al pago de la deuda del que reciben como financiación climática por parte de los países de altos ingresos.
“Aplicar impuestos a las empresas de combustibles fósiles, a los beneficios imprevistos y a las personas con patrimonios elevados, terminar con los subsidios y las inversiones en esos combustibles, y con las prácticas fiscales abusivas, supondría una enorme contribución al costo de abordar el cambio climático”, dijo Anderson.
La mesa directiva de la conferencia en Bonn pidió a los delegados de los Estados que trabajen “con eficiencia, eficacia y transparencia” sobre los 50 puntos de la agenda, considerando tanto las limitaciones financieras presentes como “los acontecimientos geopolíticos” desatados por guerras en varios puntos del planeta.
A-E/HM
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