Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este miércoles que Rusia ha lanzado una «caza de brujas» contra todos los que se expresan en contra de la invasión rusa a Ucrania.
«Las autoridades rusas han lanzado una caza de brujas al armar de manera efectiva el sistema de justicia penal del país para enjuiciar a los manifestantes contra la guerra y a los críticos influyentes del Estado que han expresado su oposición a la invasión rusa de Ucrania», ha afirmado la ONG en un comunicado.
Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa del Este y Asia Central, ha dicho que «la persecución de quienes se oponen a la invasión de Ucrania por parte de [el presidente ruso] Vladímir Putin va mucho más allá de los esfuerzos anteriores para reprimir a los manifestantes y activistas». «Quienes son sorprendidos criticando la guerra se enfrentan a una cantidad absurda de cargos arbitrarios simplemente por hablar. No solo se les acusa de desacreditar a las fuerzas armadas, sino también de calumnias, fraude o acusaciones de terrorismo», ha argumentado.
AI ha constatado que durante el mes que dura la contienda, «se han incoado al menos 60 casos penales por protestas pacíficas contra la guerra o críticas públicas a las autoridades rusas», que abarcan al menos 14 artículos distintos del Código Penal ruso. Según la ONG, al menos 46 personas han enfrentado cargos penales, de las cuales nueve están detenidas y tres bajo arresto domiciliario. Entre las acusaciones figuran cargos como insultos a funcionarios gubernamentales, calumnias, incitación a actividades extremistas, a disturbios masivos, odio, fraude y profanación de cementerios.
Al menos diez de estos casos enfrentan cargos por «desacreditar» a las fuerzas armadas de Rusia, la polémica ley aprobada tras el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, que podría conllevar a penas de 10 años de prisión, o incluso 15, si los comentarios causaron «graves consecuencias». AI ha enumerado varios casos concretos de pacifistas procesados en el marco de esta nueva ley, que Struthers ha calificado de «tan arbitraria e ilegal como los esfuerzos del Kremlin para aplastar todas las formas de sentimiento contra la guerra». Según la ONG, el sistema de justicia penal de Rusia es utilizado «como una herramienta para frenar la libertad de expresión, castigar las voces disidentes e infundir miedo en la población en general». «Amordazando todo sentimiento contra la guerra, el Kremlin busca aplastar a quienes se oponen al conflicto, o al menos crear la impresión de que tal resistencia no existe», ha denunciado Struthers, que ha llamado a detener inmediatamente la «atroz campaña de represión» contra «los que se oponen a la invasión rusa de Ucrania».
Mientras AI ha denunciado este miércoles la represión en Rusia, el Servicio de Seguridad Federal de este país (FSB) ha anunciado que ha detenido a 60 simpatizantes de lo que describió como un grupo «neonazi» ucranio. También ha afirmado que ha incautado armas en 23 regiones de Rusia. El FSB ha identificado al presunto grupo como el MKU, que se trataría de la abreviatura de «Maniacs. Cult of Murder» (Maniacos. Culto al asesinato, en castellano). Según el FSB, el grupo ha sido creado por un ucranio bajo el patrocinio de los servicios de inteligencia de Ucrania, aunque no han presentado pruebas para sostener esta afirmación. Moscú inició la guerra afirmando que la «desnazificación» era uno de los objetivos de su intento de invasión militar en Ucrania.