La Asamblea Nacional debatió sobre la grave situación de violaciones a los derechos humanos del pueblo venezolano que comete día a día el régimen usurpador de Nicolás Maduro, en el marco de la llegada al país de la delegación especial compuesta por cinco representantes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En ese sentido, el diputado, Robert José Alcalá Arellan, inició el debate afirmando que la grave situación de violación de los derechos humanos comenzó el 4 de febrero de 1992 cuando el difunto presidente Hugo Chávez “el padre de estos bandidos” que hoy usurpan el poder, trató de tomar el poder por la fuerza dejando un saldo de más de 200 muertos”.
Aseguró que este régimen es el responsable de los asesinatos durante las manifestaciones pacíficas por parte de la población, quienes reclaman sus justos derechos a la alimentación, salud, seguridad y educación que día a día son violados por este régimen.
Alertó a los empleados públicos quienes son perseguidos por este régimen por pensar diferente, y les aseguró que el Presidente (E) el diputado Juan Guaidó y la Asamblea Nacional les garantizará su derecho al trabajo con la Ley de Amnistía Laboral, para que regresen a sus empleos.
Así mismo, el diputado Alcalá, condenó y alertó al mundo de las intenciones del régimen usurpador, que desde este lunes en la noche hizo un llamado a los “colectivos armados, usando a la fuerza militar y policial, a las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) por el llamado a la jornada nacional de protesta pacífica convocada por el presidente encargado Juan Guaidó y la Asamblea Nacional».
Entretanto, la diputada Delsa Solórzano, al tomar la palabra afirmó que este gobierno usurpador utiliza a los colectivos, paramilitares que tienen como propósito amedrentar al pueblo. Dijo que son muchas las cosas que hay que decir después de 20 años, que se resume en la violencia de Estado.
“Hasta cuándo debemos aguantar; tenemos presos políticos, mujeres maltratadas por el régimen. Hasta cuándo pretenden burlarse de una nación que llora sus muertos, que sufre por sus presos y que llora por cada niño que hoy no va a la escuela porque tiene que trabajar. Señora Michelle Bachelet vea y desde cuenta de la realidad que se vive en Venezuela, de la opresión contra los ciudadanos venezolanos”, expresó Solorzano.
Presentó a varios familiares de las víctimas mortales de este régimen quienes fueron asesinado en las protestas, otros encarcelados y vejados injustamente. Por los presos políticos militares habló Leonela Diffurt, por los civiles Ana María Dacosta, Rafaela Requesens, hermana del diputado Juan Requesens, y por las víctimas y caídos por el régimen Carmen Bracho y Yusbelis Álvarez y por los médicos Unidos por Venezuela Jesús Peña. Todos coincidieron en narrar las violaciones a los derechos humanos y la brutal represión de este régimen contra un pueblo que quiere paz y libertad.
El diputado Gilber Caro, recordó los desmanes que vivió como preso político durante su detención “fui uno de los primeros diputados a los que se les violó su inmunidad. Me tuvieron 18 meses en celda de 2X2, el agua me llegaba salada, estaba con cucarachas, no veía el sol».
Agregó que hoy están más unidos que nunca porque saben que el régimen no tiene compasión. “Ya tenemos un camino enmarcado, un pueblo que está convencido de la salida del régimen. Nosotros vamos a llegar en nombre del pueblo a exigir nuestros derechos y libertad de cada venezolano”.
Le dijo a Jorge Rodríguez, quien llama loco a todo los que habla en contra de las políticas del régimen. “No sea resentido social y agarre las consecuencias de sus acciones”.
Retó al gobierno usurpador a que saquen sus colectivos que “nosotros les vamos a sacar más de 20 millones de venezolanos ¡No tenemos miedo! Dios bendiga a Venezuela”.
Por su parte, la diputada Dinora Hernández, hizo un llamado a la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU a que sigan de cerca la situación de Venezuela. “Señores de la misión técnica de la oficina de la Alta Comisionada de los DDHH de la ONU, bienvenidos a presenciar in situ la historia de un pueblo aciaga que con gallardía y firmeza se resiste”.
Mientras, el diputado Macario González, indicó que en Venezuela hay dolor, pero a su vez hay optimismo frente al desenlace de la lucha que están librando los venezolanos, aunque consideró que no es fácil porque se está enfrentando a una mafia que se encuentra atrincherada en Miraflores para bloquear los caminos democráticos en el país.
Aseveró que el régimen de Maduro no tiene límite porque su naturaleza es violar los derechos humanos, por lo tanto, señaló que la unidad debe seguir siendo el camino para continuar con la rebelión en la calle. “Este es un Estado fallido y los Estados fallidos para sostenerse inventan enemigos internos y externos”.
Por su parte, el diputado William Barrientos, solicitó un minuto de silencio por los más de 70 pacientes fallecidos interhospitalarios, desde las unidades de neonatología hasta los pacientes que estuvieron ingresados en los hospitales a causa del “apagón de la meurte” como lo denominó. “Muertes inducidas por un señor que usurpa un poder”.
Al mismo tiempo, sostuvo que el equipo de personas enviado a Venezuela por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos están en conocimiento la cantidad de muertes por falta de medicamentos, los decesos por maternidad y el saqueo que le hicieron al país. “Ellos saben que tras ese saqueo ha venido hambre, miseria y dolor. Después del diagnóstico lo que viene es tratamiento y ese lo vamos aplicar con la gente en la calle y en unidad que se trazado desde este Parlamento”.
El diputado Miguel Pizarro señaló que la propuesta ante la Asamblea Nacional es aprobar con carácter de urgencia la visita del equipo técnico enviado a Venezuela por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pero no para realizar un tour, sino que vayan a las catacumbas, a lo más oscuro de la realidad que hoy vive Venezuela.
“Sepan gobiernos que todavía no se han manifestado, a los organismos mutilárteles que en este país el tiempo no se cuenta en horas, se cuenta en vidas (…) Hoy urgimos de su visita, pero esperamos que las cifras, los numero y las historias que conocerán no se conviertan en otro informe frio en dos declaraciones o en una manifestación de preocupación. Nuestro país requiere más, nuestro país requiere presión”.