El reciente intercambio entre el Gobierno de Estados Unidos y el régimen de Maduro ha sido objeto de muchos análisis de especialistas que destacan el acercamiento entre Caracas y Washington sin tomar en cuenta a las fuerzas democráticas. Aseguran que estos movimientos son impulsados por la dinámica geopolítica que impera actualmente tras la guerra en Ucrania.
Prensa de Lara | Ana Uzcátegui
Aunque este miércoles 05 de octubre el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, haya dicho en un comunicado que Estados Unidos no tiene planes de cambiar su política de sanciones contra Venezuela. Acciones como la liberación de Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, quienes tenían una condena de 18 años de cárcel por narcotráfico, a cambio de siete ciudadanos estadounidenses que eran presos políticos en Venezuela el sábado 1º de octubre, ha generado controversia en el país.
Politólogos e internacionalistas consideran que esta medida evidencia que existe un diálogo directo entre el gobierno de Nicolás Maduro y el de Joe Biden desde hace mucho tiempo, quedando la oposición democrática relegada a esas conversaciones. Con la invasión de Rusia a Ucrania y la crisis energética desatada tras esa guerra, además de la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de recortar la producción de crudo a dos millones de barriles diarios para recuperar el precio del barril de petróleo, Venezuela recobra particular importancia para Estados Unidos, ya que tiene una de las mayores reservas de gas y petróleo del mundo.
Este miércoles, una investigación de The Wall Street Journal señaló que USA busca aliviar las sanciones petroleras contra Venezuela para permitir que Chevron extraiga petróleo y exportarlo a Europa, sólo si se retoman las negociaciones en México entre el gobierno de Maduro y la oposición por unas elecciones con condiciones democráticas. Pero analistas ven este camino cada vez más lejos, sobre todo al considerar que el gobierno de Venezuela ha logrado «oxigenarse» y fortalecerse tras mantener un diálogo directo con la Casa Blanca desde inicio de año.
«Sin duda alguna Maduro es el interlocutor del gobierno de BIden. Hay un reconocimiento de facto a Maduro, y así cada día más el gobierno interino es puesto de lado. Mientras tanto, el gobierno interino plantea una negociación que luce como imposible que es la negociación de condiciones democráticas para las elecciones presidenciales, y que el gobierno de EE. UU. apoya, pero muy indirectamente, muy en tercer lugar», expresó Luis Salamanca, doctor en Ciencias Políticas.
«Esta decisión del gobierno de Estados Unidos de indultar a dos narcotraficantes atornilla más a Maduro en el poder. Lo oxigena y pone un peligro mayor, el reconocimiento de los EE. UU. a Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela. Hay que estar claros que Guaidó existe porque los norteamericanos lo reconocen. En el minuto que Washington le diga: tú eres muy bueno, pero el que tiene el petróleo es Maduro, le dirán chao», es la opinión de Adolfo Salgueiro, internacionalista.
Para José Vicente Carrasquero, doctor en Ciencias Políticas, tras la liberación de los sobrinos Flores no hubo un contrapeso comunicacional por parte de la oposición. «Juan Guaidó rechazó esa decisión, pero es que da la impresión que se estaba enterando al mismo tiempo que el resto del país. Yo creo que las actuaciones del gobierno interino han estado por debajo de las expectativas de los norteamericanos en muchas cosas. Lo que ha hecho que el gobierno de Joe Biden vaya directamente a negociar con Maduro sin pasar por la oposición venezolana», manifestó.
Moral e intereses
Salgueiro explica que las dos veces que Estados Unidos ha actuado para beneficiar a familiares de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores, el primer caso en junio cuando Carlos Erik Malpica Flores, exfuncionario de alto rango de Pdvsa fue eliminado de las sanciones que le había impuesto el Departamento del Tesoro de EE. UU., como respuesta a la liberación que se hizo en marzo de Gustavo Cárdenas, ejecutivo de Citgo y Jorge Fernández, estadounidenses que estaban encarcelados en Venezuela, y ahora con el caso de los dos venezolanos liberados el 1º de octubre, lo ha hecho basándose en buscar proteger los derechos humanos de los estadounidenses.
«Ese intercambio de presos no ha ocurrido sólo con Venezuela, EE. UU. está gestionando activamente con Rusia la liberación de la estrella del baloncesto estadounidense, Brittney Griner, detenida en Moscú. También busca intercambiar a unos espías iraníes por americanos presos en ese país. De manera que el gobierno de Biden dice: Yo me tengo que ocupar de mis ciudadanos», expresó.
Comenta, además que la mayoría de los estadounidenses ven estas acciones como correctas y aceptables, porque están salvando la vida de estadounidenses. «Estados Unidos se prepara para las elecciones del Senado el 8 de noviembre. Biden tiene que complacer a los votantes de su país, lograr la liberación de ciudadanos estadounidenses lo ayuda a mejorar para estas elecciones, que son más importantes para él que los narcosobrinos», soltó.
Argumenta que existe un principio de política internacional que se conoce con el nombre de «realpolitik», es cuando los Estados dejan de lado los principios morales por los intereses. «Las acciones de Estados Unidos que benefician al gobierno de Venezuela han sido rechazadas por los republicanos. El presidente de la comisión de política exterior del Congreso norteamericano, Bod Meléndez, le ha reclamado al gobierno de Joe Biden su intención de renovar la licencia de Chevron Corp, única petrolera estadounidense que se ha quedado en Venezuela a pesar de las sanciones. Pero en este momento, Biden está sacrificando la defensa de la democracia de Venezuela porque necesita el petróleo», exclamó.
Precisó que ese petróleo es para entregarlo a Europa. «El objetivo no es que Pdvsa tenga más petróleo para vender, sino que haya más petróleo para surtir a Europa mientras dura la guerra en Ucrania. Moralmente eso no está bien, pero sí conviene», enfatizó Salgueiro.
Buscan liberación de Alex Saab
Zair Mundaray, exfiscal del Ministerio Público y especialista en crimen organizado transnacional, considera que la decisión del presidente, Joe Biden, de indultar a dos venezolanos que estaban condenados por narcotráfico es una «mancha a la credibilidad y respeto de la justicia estadounidense».
«Creo que el precedente que genera Biden es sumamente complicado y podría estimular a que otras organizaciones criminales, como las que funcionan en Venezuela sientan que se puede generar algún tipo de ventajas a través del secuestro de ciudadanos norteamericanos, eso es altamente peligroso. Esto puede estimular ese comportamiento. Además, rompe con una línea que había tenido los EE. UU. de manera permanente, que era tratar de no negociar con organizaciones terroristas o con quienes protegen organizaciones terroristas, como el régimen de Maduro», indicó.
Apunta que ahora el oficialismo tiene la intención de que así como fueron puestos en libertad los sobrinos Flores, quede libre Alex Saab, empresario colombiano acusado de lavado de dinero que el gobierno de Maduro reconoce como diplomático de esta nación, y que en reiteradas ocasiones ha exigido su liberación como condición para retomar la mesa de negociación en México con la oposición.
«No hay que buscarle cinco patas al gato ni hablar de alta política, no. Un narcotraficante suelto es precisamente una persona que genera daño y mucho más si esta persona está vinculada con quien ejerce el poder. Pero en el caso de Alex Saab, yo no creo que vaya a ocurrir nada antes de la declaratoria de responsabilidad, o que tenga un juicio y se demuestre su responsabilidad en crímenes de lavado de dinero. Sobre todo, por todo el esfuerzo diplomático que hizo EE. UU. para poder conducir a este delincuente hasta Norteamérica. Además, Alex Saab tiene investigaciones en otras jurisdicciones. Su caso tiene muchas implicaciones internacionales. Otros países que lo investigan pueden solicitar también su extradición, lo que se llama extradición diferida por diferentes causas, y EE. UU. tendría que decidir su entrega», apuntó el jurista.
Quieren cobrar su deuda
Rafael Quiroz, economista petrolero, indicó que si el gobierno de EE. UU. otorga licencias para que la petrolera Chevron explote petróleo en Venezuela, Pdvsa no podría aumentar la producción de crudo porque no está en capacidad por tantos años sin inversión.
«La capacidad de producción cerrada de Pdvsa está en cero. No hay flexibilización para producir ni un barril más ni para EE. UU. ni para la Unión Europea ni para Asia», destacó. Actualmente, Pdvsa produce 700 mil barriles diarios de crudo, muy por debajo de los 2 millones de barriles diarios que prometió el Gobierno nacional.
Considera que si el oficialismo negocia con Estados Unidos la posibilidad de una licencia para que Chevron opere en Venezuela, es para buscar salir del «estancamiento económico». Pero Quiroz cree poco probable que Chevron pueda aumentar la producción del país.
«Chevron lo que se está proponiendo es dar tiempo para poder cobrar la deuda que Pdvsa tiene pendiente con ellos, que está cercana a los 2000 millones de dólares», dijo.
«Oposición se debe reorganizar»
Según el politólogo, Mario Perdigón, ese diálogo directo entre el gobierno de Maduro con EE. UU. le ha restado fuerza a la negociación en México con la oposición.
«A USA le sigue interesando Venezuela, porque resolver el problema en Venezuela es un beneficio para toda la región. Lo que pasa es que en este momento Biden está siendo pragmático», apuntó.
Sostiene que la oposición debe «reorganizarse» y empezar a pensar en una unidad más allá de los partidos. «Hace falta un trabajo de reingeniería de la oposición. La gente busca soluciones, y deben explicar cómo piensan transformar el Estado», dijo.
Interinato sigue perdiendo fuerza
Para José Vicente Carrasquero, doctor en Ciencias Políticas, el gobierno interino de Juan Guaidó se mantiene apagado, sin acciones para recobrar el apoyo en Venezuela y viene perdiendo respaldo internacional.
Ayer durante la 52 Asamblea General de la OEA, en Lima, estuvo a punto de ser expulsado el representante de Venezuela nombrado por el interinato, Gustavo Tarre. 19 países votaron a favor de su expulsión, cuatro en contra y 9 se abstuvieron de votar.
«Yo no logro ver una acción concreta ni un plan para resolver los problemas de Venezuela», expresó.