Andrés Izarra, quien fue ministro de Comunicación de Hugo Chávez y de Turismo de Nicolás Maduro, actualmente vive en el exilio en Berlín, Alemania, luego que incautaran todas sus propiedades en Venezuela por oponerse a la dictadura.
Tareck El Aissami no irá preso, en consideración de Izarra, porque conoce los «pecadillos» de Nicolás Maduro y Cilia Flores. Esta tesis del futuro del exministro de Petróleo no es la primera vez que retumba dentro de la opinión pública venezolana y esto es por la trayectoria política que ha tenido El Aissami desde el gobierno de Chávez.
Izarra rescata que El Aissami «no es un delincuente, es un político», a pesar de ser protagonista del escándalo producido por la trama de corrupción que tiene Pdvsa, la cual no puede responder por la desaparición de más de 20 mil millones de dólares. No obstante, Izarra también explica que Tareck tuvo demasiado poder concentrado por su puesto ministerial y su trabajo como viceministro de finanzas. A su vez, también se aclara que el exministro de petróleo tiene muchos contactos, e influencias que lo ayudarían en caso de ser detenido.
Jamás se ha podido ocultar la ambición de El Aissami de ser presidente de Venezuela en algún momento, pero todas las acusaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos, la recompensa por su captura y los escándalos relacionados a otros crímenes lo dejan sin mucha oportunidad para rellenar el cargo ejecutivo más importante del país.
Izarra explicó que el conflicto con El Aissami no fue porque no repartiera el dinero, sino por el poder, puesto que el exministro de Comunicación considera que el régimen de Maduro es un gobierno de mafiosos que cada uno quiere su parte.
Es justo aquí donde entran Delcy y Jorge Rodríguez en la palestra. Ambos hermanos y que se han instalado en puestos importantes dentro del régimen, influyendo y dictaminando los siguientes pasos de la dictadura. «El objetivo de Jorge Rodríguez siempre ha sido ser presidente», confesó Izarra.
Además el poder que tienen los hermanos Rodríguez se basa en la comunicación que tienen con la Comunidad Internacional, incluso con Estados Unidos. «Hasta ahora Chevron es la única empresa con que el régimen hace negocios, pero se quiere hacen expansiones, inversiones y nuevos negocios para aumentar la producción de petróleo en Venezuela, pero estas conversaciones siempre se frenaban por el prontuario criminal que tiene El Aissami en el exterior, por lo cual se volvió un obstáculo para los hermanos Rodríguez», comentó Izarra.