Ante la falta de interés por parte de quienes deben atender los servicios públicos, específicamente el alumbrado público, los vecinos de la urbanización El Barbecho en la capital mirandina decidieron comprar e instalar refletores.
«Y mientras la alcaldesa alumbra ‘por donde pasa la novia’ a los Teques en su 243 aniversario, los vecinos tienen que asumir ellos el costo e instalación de iluminación», dijo uno de los residentes de la popular comunidad tequeña.
Narran que los reflectores instalados es para evitar ser víctimas del hampa. «Esto era una boca de lobo, Corpoelec ni la Alcaldia de Guaicaipuro cumplen con su trabajo», reseñó.
Califican como una burla el anuncio de la alcaldía, en el marco del aniversario de la ciudad, de un plan de alumbrado para la ciudad mientras la mayoría de las comunidades están en penumbras.
Redacción El Tequeño