Antonio Ledezma: «La diáspora de Venezuela supera la población de Noruega»

Redaccion El Tequeno

Antonio Ledezma (San Juan de los Morros, 1955) ha sido alcalde del municipio Libertador, gobernador de Caracas y uno de los principales líderes de la oposición democrática en Venezuela.

The Objective

Fundador del partido Alianza Bravo Pueblo, fue arrestado en 2015 por el régimen de Nicolás Maduro tras ser elegido alcalde metropolitano de Caracas y resistirse a la usurpación de sus competencias. En esta conversación para El Rincón de Espe, Ledezma relata el asalto armado a su oficina, sus más de mil días de reclusión y la fuga clandestina que lo llevó al exilio en España. Con la memoria del superviviente y la tenacidad del que no claudica, denuncia la alianza entre dictadura y crimen organizado, defiende el papel de María Corina Machado y Edmundo González, y evoca con emoción el «dolor de patria ausente» que carga la diáspora venezolana.

ESPERANZA AGUIRRE.- Hoy es un privilegio tener con nosotros aquí. Antonio Ledezma, el alcalde de Caracas, que fue destituido de manera terrorífica por parte de Hugo Chávez, creo que fue al principio, y luego ya Maduro, casi casi con los GEOS, y que nos va a contar un poco cómo fue todo lo que supuso ganar primero la alcaldía y luego ser destituido de manera violenta y brutal. Buenas tardes.

ANTONIO LEDEZMA.- Buenas tardes, Esperanza. Un placer estar contigo en esta entrevista.

EA.- El placer es mío.

AL.- No olvidaré jamás que en estos tiempos difíciles, turbulentos, que me correspondió sobrellevar en mi carrera política, y sobre todo cuando asumí la Alcaldía Metropolitana de Caracas. Después que Hugo Chávez ordenó arrebatarnos las competencias, el 95% del presupuesto, nos dejó prácticamente en el limbo. Yo decía que tenía que reinventarme. No se hablaba mucho de la resiliencia. Sin embargo, tomamos esa vía, y hasta debajo de una mata de mango, de un árbol, teníamos que despachar, porque no dejaron hasta sin oficina, y nuestro palacio de Gobierno fue invadido por un grupo armado de hombres con fusiles, con capuchas, y sin embargo…

EA.- Como si fueras un terrorista.

AL.- Exactamente, sí. Y recordando, viendo ahorita lo que está pasando con el alcalde de Turquía.

EA.- De Estambul, sí.

AL.- Sí, de Estambul. Me vi reflejado, porque Chávez nunca me perdonó que lo hubiésemos derrotado en Caracas.

EA.- Que le ganases las elecciones, ¿no?

AL.- La Alcaldía Metropolitana es el cargo de elección popular más importante después de la presidencia de la República.

EA.- ¿Eso qué año fue?

AL.- Eso fue en el 23 de noviembre del año 2008.

EA.- ¿Y Chávez murió?

AL.- Murió en el 2013.

EA.- Ah bueno, o sea que lo tuviste mucho tiempo.

AL.- Y después, con Chávez ya desaparecido, que entró en escena Maduro, me correspondió competir con el ministro de Comunicaciones de Maduro, un periodista al que también le ganamos. Y no obstante, después que me proclamaron como ganador, Maduro designó a su ministro derrotado, que había competido conmigo, Ministro de Estado para la ciudad de Caracas. O sea, es un régimen autoritario. Como no me pudieron doblegar, no me pudieron derrotar electoralmente, fue cuando entonces Maduro ordenó secuestrarme. Eso ocurrió a las 17.00 de la tarde del día 19 de febrero del año 2015.

«En más de mil días solamente tuve derecho al debido proceso una sola audiencia, en la que la Fiscalía pidió para mí más de 20 años de cárcel»

EA.- ¿Y cómo te secuestró? ¿Con lo que aquí llamamos los GEOS? Hombres armados con fusiles.

AL.- Ya me venían siguiendo. Me venían siguiendo como amedrentándome, buscando que yo me fugara, cosa que no hice porque en aquella circunstancia yo tenía una responsabilidad moral con la ciudadanía. Y entonces lo que hicieron fue presentarse en mi despacho, una oficina ubicada en el este de Caracas, subieron al piso seis más o menos 25 hombres armados con fusiles, con capucha. Yo exigí que me presentaran una orden de allanamiento, una orden de captura. No presentaron ninguno de los dos documentos. Me resistí a abrir la puerta de la oficina y ellos optaron por derrumbarla, como se dice, a mandarriazos. Y es cuando me sacan a empeñones. Eso está en YouTube. Cualquier persona que esté viendo esta entrevista puede buscar en YouTube la captura de este servidor. Y así como había 25 hombres armados en el edificio, en la planta baja había más de 80. O sea, como si se tratara de Bin Laden. Y ahí hicieron disparos al aire, movilizaron unas tanquetas y fue cuando me desaparecieron por varias horas. Estuve privado injustamente de mi libertad, primero en la cárcel de El Helicoide y después en la cárcel militar de Ramo Verde. Y luego la casa por cárcel, porque me subieron una hernias que por orden médica tuvieron que ser intervenidas quirúrgicamente. Más de mil días. En esos más de mil días solamente tuve derecho al debido proceso una sola audiencia, en la que la Fiscalía pidió para mí más de 20 años de cárcel, acusándome de traición a la patria, hasta que decidí fugarme. Toda la historia de la fuga, valga la promoción, está descrita en un libro llamado La tumba, en homenaje a los presos políticos que han sido sacrificados en esa cárcel tenebrosa que tiene Maduro en la ciudad de Caracas, llamada La Tumba, porque está ubicada…

EA.- ¡Ay, La Tumba! ¿Además del Ramo Verde y El Helicoide…?

AL.- Es una cárcel ubicada en la zona de Sabana Grande, en Caracas. Está diez metros bajo tierra, los calabozos. Por eso lo llaman La Tumba. En ese libro…

EA.- ¿Y ahí te tuvieron cuánto tiempo?

AL.- No, yo no estuve en la Tumba. Estuve en El Helicoide, estuve en Ramo Verde y estuve en casa por cárcel. Pero la editorial que compró los derechos de autor, viendo la historia de mi descripción, optaron por el título de La Tumba. Yo acepté como un homenaje a los presos que han sido sacrificados en esa ergástula.

EA.- Y a partir de ahí, cuando tomas la decisión de que aquello no tiene remedio, que Maduro va a seguir perpetuándose en el poder porque lo que quieren es que sea una dictadura, ¿cómo consigues salir?

AL.- Bueno, fue toda una decisión muy…

EA.- Porque claro, ¿la familia dónde estaba? ¿En tu casa?

AL.- Mi esposa estaba aquí en Madrid.

EA.- Ah estaba en Madrid ya.

AL.- Estaba en Madrid. Yo hice todo tipo de esfuerzos cuando ya decidí fugarme para que ella permaneciera en Madrid, a los efectos de que no regresara al país. Los que habían organizado la fuga conmigo me pusieron una condición de que no lo supiera absolutamente nadie, ni siquiera mi esposa Mitzy.

EA.- Mitzy Capriles, sí.

AL.- Bien sabes tú que mi relación con Mitzy es realmente estrecha. No es una mujer detrás un hombre, sino un hombre al lado de una mujer y viceversa. Y por supuesto, me costó mucho ocultarle a Mitzy el plan de la fuga. Yo decido la fuga después que me sacan en una madrugada de mi casa por cárcel. Eso también está en…

EA.- La casa por cárcel aquí le llamamos la prisión domiciliaria.

AL.- Exactamente. Se presentaron a medianoche un grupo de mujeres y hombres armados e irrumpieron en mi casa por cárcel. Me sacaron en peñones. Eso también está en YouTube, por ejemplo, las imágenes, porque una vecina comenzó a gritar: «se llevan a Ledezma, se llevan a Ledezma», y eso se hizo viral. Decido entonces asumir la planificación de la fuga. Esa fuga involucró a más de 30 personas que me ayudaron. Muchos no sabían de qué se trataba. Recorrí más de mil kilómetros hasta llegar a la ciudad de San Antonio del Táchira, para luego cruzar el puente Simón Bolívar y pisar tierra colombiana, y luego venirme aquí a España.

EA.- Entonces, ya una vez en Madrid, nos encontramos con la victoria electoral de María Corina. Bueno, de Edmundo, porque a María Corina le han impedido presentarse a las elecciones, pero ha sido Edmundo el que aceptó. Una persona de su categoría, como un diplomático y de su edad, pues no se lo habían puesto fácil, y sin embargo arrasó. ¿Cómo fueron esas elecciones y qué esperas tú en el futuro de Venezuela?

AL.- Bueno, nada de esto ha sido fortuito, porque vale la pena destacar, Esperanza, la capacidad de resistencia de mujeres como María Corina Machado.

«El uso de recursos tecnológicos para colocar en la nube las actas fue algo planificado»

EA.- Es, sin duda.

AL.- Y la aparición providencial de un hombre como Edmundo González Urrutia. De allí pues, que se cruzaron los astros. Y esa tenacidad de…

EA.- Dios aprieta, pero no ahoga.

AL.- Exactamente. Esa tenacidad de María Corina hizo posible…

EA.- Y esa inteligencia, porque yo creo que María Corina se dio cuenta de los fallos de las anteriores elecciones, que no había las actas.

AL.- Es que había que aprender de esas lecciones, y como tú muy bien lo apuntas, no se trata de un frenesí, no se trata de algo que conseguimos porque estábamos transitando por una vía de qué nos encontrábamos. No. Por ejemplo, el uso de recursos tecnológicos para colocar en la nube las actas fue algo planificado. La manera como se organizaron los llamados comanditos. Los comanditos son los grupos, integrados por más de un millón de voluntarios, que hicieron posible ser vigilantes, testigos…

EA.- Nosotros les llamamos interventores. Estar en cada una de las mesas, ¿no?

AL.- Pero aquí hay democracia, y aquí…

EA.- Bueno, allí se supone que hay democracia porque se vota, pero está completamente adulterada.

AL.- Exactamente. Nosotros competimos en un ambiente de muchas adversidades, donde Maduro controla el aparato electoral, o sea, los llamados rectores del Consejo Nacional Electoral. Le ganamos a Maduro con su registro electoral permanente, porque la base de datos estaba envenenada, contaminada. Vale el dato de que cinco millones de venezolanos que estamos en el destierro fuimos castrados de ejercer el derecho de votación. Si no, el resultado hubiese sido 90/10. Pero además de que tenían el control del registro electoral, controlaban el sistema de identificación. Tenían una hegemonía comunicacional. A María Corina ni a Edmundo le permitían usar los medios de comunicación para promover su opción electoral. No le permitían usar vuelos aéreos. Cualquier línea aérea que les pidiera un boleto a María Corina se ponía una censura. Los restaurantes, las posadas a donde llegaba María Corina en su recorrido por la campaña, fueron objeto de censura, de multa. O sea, ganamos en medio de grandes calamidades. Y no obstante de eso, Maduro se ha resistido reconocer la derrota que se le infringió.

EA.- Eso es lo que a mí me saca de quicio, porque el Gobierno de España no ha sido capaz en ningún momento de decir que el presidente legítimo de Venezuela es Edmundo González Urrutia.

AL.- Y hemos presentado las actas, porque nosotros no estamos defendiendo un capricho. Nosotros estamos defendiendo un resultado absolutamente verificable, porque además de todo esto que he relatado, que nadamos contra la corriente para llegar a la orilla, nosotros nos hicimos con las actas. Esas actas en este momento están resguardadas en la bóveda del Banco Central de Panamá y son actas absolutamente verificables. Como acabo de decir, Maduro no muestra las actas, porque si la muestra es como si mostrara el acta de defunción, porque allí consta la derrota y el verdadero resultado que él trata de manipular. De allí que…

«El doctor Tomás Páez , que dirige una asociación que se encarga de estudiar la diáspora venezolana, se atreve a decir que hoy ya estamos cerca de los nueve millones»

EA.- Que como bien dices, cinco millones de venezolanos les han impedido ejercer el derecho al voto.

AL.- Entre ellos, los miles que estamos aquí en España, los que están en Italia, lo que están en Francia, porque Venezuela está desperdigada por todo el planeta. Ya, el doctor Tomás Páez , que dirige una asociación que se encarga de estudiar la diáspora venezolana, se atreve a decir que hoy ya estamos cerca de los nueve millones. Estamos hablando de la tercera parte del país. Estamos hablando de un número que equivale a la población de 16 de los 24 estados de Venezuela. Estamos hablando de un número que es superior a la población de más de 145 países del mundo. Cuando uno ve la población de Noruega, por ejemplo, constata que la diáspora de Venezuela supera la población de Noruega, supera la población de Panamá, de Guatemala, del Salvador, de Costa Rica, de Honduras. O sea, estamos hablando de un país desgarrado. Por eso la promesa que enbanderó María Corina y Edmundo fue la de la reconciliación. Que se volviera a reencontrar el pueblo de Venezuela, porque las abuelas añoran a los nietos que están aquí en España. O los nietos y los hijos añoran a la madre que se quedó en Venezuela. Y por eso, si de algo se queja el pueblo de Venezuela es de esa fractura sentimental que ha provocado esta disrupción de lo que es la célula fundamental de cualquier sociedad, la familia. Y sobre todo los venezolanos, que somos muy familiares. Yo cuando mi mamá vivía, por ejemplo, si hablaba con ella ocho veces al día, ocho veces le pedía la bendición. Así, nosotros le pedimos la bendición a nuestros ancestros. Y esto es, por supuesto, el dolor de patria ausente que tenemos nosotros aquí entre pecho y espalda.

EA.- Es que tiene que ser terrible. Terrible. ¿Y qué futuro le ves tú a la libertad en Venezuela, a la democracia y a la libertad y echar al tirano?

AL.- Yo veo, así en lontananza, veo en el horizonte la luz del sol de la libertad.

EA.- ¿Sí?

AL.- Yo creo que no ha sido en vano todo este sacrificio.

EA.- No, seguro que no.

AL.- El hecho de ver que la familia está despellejada. Las muertes de los que han dibujado con su sangre el mapa sentimental de Venezuela. Hoy leía, por ejemplo, una frase inmortal de Neomar Lander, un muchachito que murió víctima de un bombazo que le metieron en el pecho. Y él decía que la lucha de pocos vale por la libertad de todos. De allí que todos estos sacrificios de los que se inmolaron luchando por un ideal va a tener una recompensa Dios mediante muy pronto.

EA.- Seguro que sí.

AL.- El pueblo de Venezuela se mantiene en pie de lucha en situaciones por supuesto muy peculiares, comenzando por María Corina, que está en la clandestinidad. Y el presidente electo Edmundo González, que está en el destierro, pero desde el destierro, no hace sino repicar las campanadas para que el pueblo de Venezuela no se duerma en los laureles, sino que nos mantengamos precisamente enbanderados con la idea de que muy pronto Venezuela pueda desalojar esta satrapía del poder que están usurpando. Tenemos una sociedad organizada, tenemos un liderazgo legitimado que personifican María Corina y Edmundo González, y tenemos una estrategia, y la estrategia es salir de esa dictadura. El pueblo de Venezuela ha optado por todas las opciones. Hemos dialogado, se han hecho más de 15 diálogos. El régimen de Maduro se burla de los acuerdos, como lo hizo en el último diálogo de Barbados. Hemos ido a elecciones, como lo acabo de describir, en condiciones absolutamente absurdas, como que si aquí el Real Madrid.

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