La falla constante en los servicios básicos como agua o energía eléctrica, afecta no solo la calidad de vida de los venezolanos, sino también su salud y sobre todo el aspecto nutricional, alerta Ania Pulido, nutricionista.
Recuerda que la cocción adecuada de los alimentos depende de una fuente constante y estable de servicio eléctrico o de gas, dependiendo del tipo de cocina.
En prácticamente todo el país los «apagones» son diarios, lo que obliga a las amas de casa a utilizar cocinas de gas o incluso cocinar a leña, lo que a largo plazo puede provocar daños graves a la salud.
«La cocción adecuada de los alimentos es vital», reitera la experta. Lamenta que el Estado no haya podido estabilizar el servicio eléctrico, un problema que tiene años.
«Acá nos quitan la luz hasta por 9 horas al día, no nos queda de otra que comer pan, casabe con cualquier enlatado, pero lo que es proteína como pollo o carne necesita de buena cocción», reseñó Margarita Rojas, habitante de Boconó, en el estado Trujillo.
Para los expertos la situación es preocupante. Las familias venezolanas siguen enfrentando grandes dificultades para adquirir la cesta básica, se le suma la pobreza en los hogares y el impacto de las deficiencias de los servicios públicos.