Pese a las presiones de México y otros países de la región, el gobierno estadounidense excluyó a los líderes de Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre de las Américas que se celebra en Los Ángeles esta semana, pero los miembros de la sociedad civil de esos países fueron invitados al evento y denunciaron la supresión de las libertades individuales y la situación en la que viven cientos de presos políticos en las tres naciones.
En una declaración final, los miembros de la sociedad civil de todo el hemisferio reunidos en los Ángeles acordaron condenar a “las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua” así como la “injerencia” de Cuba en otros países, en respaldo a los activistas de esos países presentes en el evento.
“Aquí ganó la sociedad civil”, dijo Carolina Barrero, historiadora de arte y activista que fue forzada al exilio tras meses de arresto domiciliario por participar en protestas contra el gobierno cubano. “Las dictaduras no fueron invitadas pero la sociedad civil sí. Los principios y los valores de la democracia son los que han primado por encima de los intereses económicos, políticos, de la ambigüedad política, y eso en sí mismo es una ganancia.”
Tras las críticas por considerar invitar a un representante del gobierno cubano, los funcionarios estadounidenses se han referido en varias oportunidades a la falta de democracia en Cuba, Venezuela y Nicaragua en varias sesiones de la Cumbre y el Secretario de Estado Antony Blinken se reunió el martes a puertas cerradas con varios defensores de los derechos humanos de esos países. Blinken también acusó a los gobiernos de esos tres países de criminalizar el periodismo.
“Las detenciones y los juicios por motivos políticos de manifestantes pacíficos en sus países de origen continúan como una afrenta a la democracia”, dijo el subsecretario de Estado Brian A. Nichols en otro de los foros de la Cumbre. ”Las duras sentencias dictadas a personas injustamente detenidas en Cuba, Nicaragua y Venezuela castigan a la oposición política e intentan silenciar a cualquiera que apoye la democracia”.
Con espeluznante similitud, familiares y amigos de presos políticos describieron la deplorable situación en la que se encuentran quienes han sido encarcelados por protestar contra esos gobiernos en un evento paralelo a la reunión de jefes de estado el miércoles, organizado por el Instituto de Raza, Igualdad y Derechos Humanos.
La situación de los presos cubanos “es terrible”, dijo Anamely Ramos, ex profesora de arte cubana que es miembro del movimiento de artistas disidentes San Isidro. “Están sometidos a celdas de castigo, tienen que recurrir una y otra vez a las huelgas de hambre para exigir derechos. Cuando se enferman no tienen la atención médica que requieren”.
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