Jorge Arreaza, canciller de la administración de Nicolás Maduro, le envió una carta el pasado 19 de febrero al director de la agencia de noticias AFP, con «observaciones» sobre su línea editorial sobre Venezuela.
Arreaza indicó que recibió una respuesta seria y respetuosa, en la que «reconocen algunos hechos» y presuntamente se comprometieron a hablar con su equipo para «revisar el contraste de las informaciones».
A continuación parte del texto enviado por Arreaza a la AFP:
Sr. Fabrice Fries Presidente y Director Ejecutivo Agencia France-Presse (AFP) Paris, Francia.
Me dirijo a usted con respeto para saludarle y referirle unos hechos que considero de altísima importancia. No quisiera haberme visto obligado a escribir esta carta, pero una evaluación general de contenidos difundidos recientemente por la Agencia France-Presse (AFP) me lleva a refutar su línea editorial con respecto a la República Bolivariana de Venezuela, sobre la que he observado una virulencia narrativa que implica, entre otras cosas, la ruptura de las «buenas prácticas editoriales y deontológicas» que configuran la carta de navegación ética de la agencia que usted dirige.
Considero que la línea de abordaje de AFP sobre Venezuela raya más cerca de la propaganda política y del ataque mediático que del cabal ejercicio periodístico plasmado en su propia carta deontológica. Por ello, le escribo esta misiva en espera de que estimule una revisión profunda que concluya en un cambio positivo, ya que la imagen pública de la República Bolivariana de Venezuela ha sido afectada, así como la moral del pueblo venezolano, que-al igual que todos los pueblos del mundo exige respeto a su derecho a la información veraz y responsable.
Debo señalar que ese derecho ha sido vulnerado. Un ejemplo es el reportaje presentado a finales de enero del presente año bajo el título Salas de parto, salas de muerte en Venezuela. El tratamiento informativo de la pieza encubre, en primer lugar, factores de contexto que influyen negativamente en la situación hospitalaria del país, como la aplicación de Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) por parte de los Estados Unidos, que destruyen las capacidades del Estado venezolano para importar insumos sensibles en el ámbito sanitario. La omisión de estas determinaciones externas erosiona el principio de «neutralidad» y «ausencia de prejuicios», consagrado en la Carta de buenas prácticas editoriales y deontológicas de AFP (2016).