Un plato de arroz blanco «pelao», ese fue uno de los almuerzos que recibieron en la última semana los pacientes hospitalizados en el Victorino Santaella de Los Teques.
«Con suerte te dan arroz, hay días que no hay nada», explica el familiar de uno de los enfermos. Asegura que además de las medicinas e insumos, los parientes además deben llevar la comida.
«Aquí – en el HVS- no hay nada, absolutamente nada», aclara otro de los recluidos, mientras muestra un grupo de bolsas junto a su cama en la que guarda comida y medicinas que sus familiares le traen a diario.
La situación es similar en el piso de maternidad. «En cualquier país del mundo el hospital debe proveer una alimentación balanceada a los pacientes, pero acá estamos peor que en una guerra», explica otro familiar.
Califican cómo una burla que mientras no hay comida para los enfermos tanto la Alcaldía de Guaicaipuro como la Gobernación de Miranda gaste millones en decoración navideña.
«Los ambulatorios están igual, ni hablar de los Pronto Socorro que funcionaban perfectamente cuando Capriles era gobernador y hoy día son cascarones vacíos que si no fuera por los médicos estarían cerrados», puntualizó.