Una extorsión, una investigación abierta, fallas en el proceso de aprehensión y un aparente «rescate» fueron los factores que generaron el bochornoso acto protagonizado por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) en la autopista Prados del Este de Caracas.
Todo inició por la investigación de una extorsión cometida en el año 2010 y que pesaba contra el funcionario de las Faes, identificado como el supervisor jefe José Laureano Julio Mendoza, que para ese entonces no pertenecía a ningún cuerpo policial. Sin embargo, el retardo procesal que sufre el sistema de justicia venezolano afectó el caso y se congeló en el tiempo.
Por esta situación, este año, la víctima volvió a solicitar la aceleración del caso, y el tribunal inició nuevamente el proceso investigativo. En medio de las averiguaciones se determinó que el transgresor era funcionario activo de las Fuerzas de Acciones Especiales.
La División Antiextorsión y Secuestros del Cicpc llevaba las pesquisas, y este miércoles lograron dar con la ubicación del supervisor implicado en las adyacencias de un reconocido centro comercial de la parroquia El Recreo.
Fueron hasta el sitio y lo capturaron para trasladarlo hasta la sede de la División, ubicada en El Hatillo. En la aprehesión se registró una irregularidad importante, pues según especialistas en materia de actuación policial, se saltaron los protocolos para la captura de funcionarios, pues lo que se debía hacer era que se solicitara al cuerpo policial, en este caso las Faes, la colaboración para que pusieran a derecho al acusado.
Luego de ser detenido, Julio Mendoza llamó a sus compañeros de brigada para que le prestaran el apoyo, pues aseguró, no sabía por qué lo detenían. Fue entonces, cuando los tácticos de las Faes iniciaron la persecución para alcanzar al vehículo donde llevaban al capturado.
En ese momento también falló la actuación de las Faes, pues fueron a rescataron sin tener la certeza de por qué estaba siendo detenido, ni que se trataba de un procedimiento legal.
El vehículo del Cicpc fue interceptado en la autopista Prados del Este a la altura de Concresa. Los funcionarios de las Faes sometieron a los del Cicpc y luego de varios golpes y de apuntarse mutuamente con armas largas, se fueron del lugar con el detenido.
Luego del hecho los directivos de ambos cuerpos se comunicaron y acordaron que el funcionario Julio Mendoza debía ser puesto tras las rejas. Actualmente se encuentra recluido en la comandancia de las Faes y se espera que sea presentado ante tribunales.
Este hecho generó controversia y fue criticado por los ciudadanos a través de las redes sociales debido a la mala actuación policial y el descontrol de dichos organismos que quedó expuesto a través de videos. Una situación que sin duda no se debe repetir.