Nicolás Maduro, ordenó al cuerpo de inteligencia de su régimen que actúe «a fondo» contra todo aquel que lo «traicione», en el contexto de la purga interna que lleva a cabo dentro del « chavismo» en una suerte de reacomodo de fuerzas ante el inminente escenario electoral, según apuntan analistas. «Aténganse a las consecuencias… Aquel que quiera un doble juego, una doble moral, un doble rasero, que se atenga a las consecuencias. Lo digo con la mayor indignación, porque no se me ha pasado la indignación», dijo Maduro en transmisión por la televisora estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Hace ya más de un mes que la Policía Nacional Anticorrupción inició una serie de detenciones de jefes y directivos de empresas estatales, entre ellas Petróleos de Venezuela (PDVSA), luego que se desvelaran tramas de corrupción que ha causado un desfalco de más de 3.000 millones de dólares.
Maduro aseguró que perseguirá a los corruptos dentro del «chavismo», a quienes ha acusado de traicionar la llamada «revolución bolivariana».
«Aquel que pretenda y crea que puede jugar un doble rasero, una doble moral, que puede jugar para los dos equipos está bien equivocado. Bien equivocado», insistió el dictador al instruir al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) que actúe contra quien lo traicione. Ordenó al jefe de la Policía Nacional Anticorrupción y Sebin ir «a fondo, sin pararse, sin detenerse» en contra de estos traidores
En medio de la purga, cayó uno de los líderes «chavistas» más cercano a Maduro, el ahora exministro de Petróleo, Tareck El Aissami, y con él han caído también otros nombres que ocupaban cargos estratégicos en las empresas desfalcadas. Esas posiciones les facilitaban el manejo de los fondos.
El dictador Nicolás Maduro y Tareck El Aissami.
AFP
En este contexto, Maduro y otros líderes del régimen, entre ellos, el fiscal general, Tarek William Saab, han enarbolado la bandera de la lucha contra la corrupción. Sin embargo, ONG denuncian que la información suministrada por las autoridades del régimen no es completa, que se desconoce realmente cuál es la cifra total robada, así como los detalles precisos de las operaciones fraudulentas.
Lo anterior lleva a pensar de que se trata de una purga para sacar del juego a figuras incómodas en torno a las fuerzas que se reparten el poder en el régimen.
