Si bien muchos venezolanos creen en el poder de las terapias alternativas o complementarias, en el presente su fe aumenta y son aplicadas con frecuencia, incluso para atender los efectos del COVID-19.
CAROLINA ALCALDE // VOA
Acupuntura, homeopatía, sistemas florales, tratamientos con suero son algunas de las terapias aplicadas en la medicina alternativa, a la que cada vez más venezolanos recurren para aliviar sus dolencias.
Julio Regalado es médico internista y traumatólogo especializado en terapia contra el dolor. También se especializó en medicina alternativa, pero prefiere llamarla complementaria pues, en su caso, fusiona las ciencias, logrando buenos resultados en el tratamiento de patologías que, según dice, tienen una estrecha relación con el estrés relacionado con el COVID-19.
“Muchos pacientes post COVID-19, ya tratados, certificados con prueba diagnóstica de que sí tuvieron coronavirus y las secuelas se tratan aquí”, afirma.
El galeno subraya que en las últimas semanas ha recibido un elevado número de pacientes que no necesariamente han tenido COVID-19, pero que afirman verse seriamente afectados por el contexto político y económico del país.
“El insomnio ha sido uno de los mayores efectos, no del coronavirus directamente, sino efecto post pandémico también, porque la gente entró en pánico, no puede dormir, agotamiento extremo. Todas esas patologías han sido tratadas con mucho auge en los últimos seis meses y responsablemente diría yo que en este último mes aquí en Venezuela mucho más todavía”, explica Regalado.
Lo certifica el testimonio de Alicia Múñoz, quien en enero comenzó a recibir acupuntura e inmunoterapia tras, repentinamente, haber presentado presión alta, dolores articulares, insomnio y depresión. Asegura que sus malestares han mejorado significativamente y que siente que su sistema inmunológico es más sólido.
“Me he sentido, yo digo que un 60% de mejoría a como estaba, a como llegué (…) Yo digo que sería la misma cuarentena que me sacó todo eso por el encierro, la poca actividad, una serie de cosas y todo aunado”, sostiene.
Según algunos pacientes, otro punto a favor de la medicina alternativa son sus medicamentos. Aparte de eficaces, son accesibles y económicos, dos razones que en Venezuela tienen mucho peso.
“Un medicamento de estos el precio es más o menos de un dólar por medicamento, en comparación con medicina alopática ¡Imagínate, un dineral! Un blíster de pastillas te puede salir en 6 millones que sería como entre 6 o 10 dólares. Te ahorras muchísimo dinero, sí, muchísimo dinero”, dice a la Voz de América, Armando Ayala, quien desde muy joven practica la medicina alternativa.
Hermes Salazar es auxiliar de farmacia y asegura que la homeopatía se mueve a nivel físico, emocional y mental y defiende su eficacia.
“Tanto la homeopatía como las flores de Bach reciben ataques por parte de los científicos porque dicen que no hay una pruebas, pero realmente el tema de la prueba sí se ha hecho, porque esto se ha probado en pacientes que han estado desmayados” enfatiza.
La Organización Mundial de la Salud reconoce que la práctica de la medicina alternativa o complementaria ha “contribuido enormemente a la salud humana”.
En Venezuela, de acuerdo a la Universidad de Los Andes, el 40% de la población se declara fiel a los remedios naturales, sobre todo en muchos hogares donde la falta de dinero hace que estas terapias, más que una alternativa, sean la única opción.