Las persecuciones peligrosas contra vehículos en los que se cree que viajaban migrantes en el sureño estado de Texas, Estados Unidos, provocaron incidentes en los que murieron 74 personas en un período de 29 meses y son más numerosas de lo que se creía, indica un informe de Human Rights Watch (HRW).
“La Operación Lone Star (Estrella Solitaria) de Texas está potenciando una situación de caos, miedo y violaciones de derechos humanos contra personas texanas y migrantes”, expresó Alison Parker, subdirectora de HRW para Estados Unidos, al presentar el reporte este miércoles 29.
El informe “Mucha sangre en el piso”, de HRW, documenta el aumento en las persecuciones de vehículos por parte de policías en los 60 condados de Texas más afectados que implementan la Lone Star, lanzada en marzo de 2021 por el gobernador republicano Greg Abbott.
Según HRW, la tasa mensual de fatalidades es 45 % más alta que la informada previamente por medios de comunicación y organizaciones de derechos civiles, con 74 decesos y registro de que al menos 189 personas resultaron heridas, a lo que suma la destrucción de bienes.
“No hay necesidad de que la policía esté circulando de manera tan descontrolada por las carreteras de Texas, provocando accidentes y choques contra coches, viviendas e incluso contra las y los texanos”, dijo Parker.
“La Operación Lone Star está potenciando una situación de caos, miedo y violaciones de derechos humanos contra personas texanas y migrantes, en lo que podría ser una forma cínica de conseguir logros políticos, pero que sin duda no es una forma responsable de conducir un gobierno”: Alison Parker.
Los registros de HRW revelan que, en varios condados, las persecuciones vehiculares innecesarias aumentaron en más de 1000 % desde que comenzó el programa hace dos años y medio.
Para la responsable de HRW, la Operación Lone Star “está potenciando una situación de caos, miedo y violaciones de derechos humanos contra personas texanas y migrantes, en lo que podría ser una forma cínica de conseguir logros políticos, pero que sin duda no es una forma responsable de conducir un gobierno”.
Según la investigación, del total de más de 5200 persecuciones en los 254 condados de Texas por policías de su Departamento de Seguridad Pública, entre marzo de 2021 y julio de 2023, más de dos tercios, casi 3600, ocurrieron en los 60 condados de la Operación Lone Star, donde vive 13 % de la población del estado.
La tasa anual de mortalidad por persecución de vehículos en los 60 condados estudiados fue de uno por cada 112 000 personas, ocho veces más alta que la tasa nacional de uno por cada 820 000 personas.
El estudio encontró que al menos siete persecuciones resultaron en lesiones a agentes de aplicación de la ley.
Lone Star “somete a presión indebida a las fuerzas del orden para que persigan automóviles, a veces con una justificación muy endeble, lo cual ha tenido como resultado la muerte de conductores, pasajeros e incluso transeúntes”, indicó la consultora de HRW Norma Herrera.
El análisis de caos a lo largo de 29 meses “identificó que al menos siete transeúntes fallecieron en estos accidentes automovilísticos, incluida una niña de 7 años de edad que había salido a tomar un helado con su abuela”, dijo Herrera.
HRW destacad que la Operación Lone Star es un programa pluridimensional de militarización de la frontera que ha costado a los residentes de Texas 10 000 millones de dólares en fondos gastados y asignados.
Este año, el programa recibió amplio repudio internacional por instalar alambres de púa y boyas con sierras circulares en el Río Grande –que marca gran parte de la frontera con México- o en sus proximidades, para impedir que migrantes ingresen en Estados Unidos.
El programa también incluye el arresto y procesamiento de personas por cargos estatales de ingreso ilegal en propiedad privada o contrabando, en los que se produjeron detenciones prolongadas y, a menudo, acciones dirigidas específicamente a jóvenes texanos.
En el curso de las acciones para llevar a cabo arrestos como parte de la Operación Lone Star, policías estatales de Texas y fuerzas locales de aplicación de la ley con frecuencia persiguen vehículos por infracciones de tráfico menores, indica HRW.
Según su estudio, 81 % de las persecuciones de vehículos en los condados de la Operación Lone Star se iniciaron debido a una infracción de tránsito, 97 % de ellas eran delitos menores como exceso de velocidad o no obedecer señales de tránsito.
Algunos miembros actuales y anteriores de las fuerzas de seguridad pública de Texas entrevistados para el informe mencionaron formas alternativas en las que se podría interceptar a personas sospechadas de algún delito, como el uso de los datos de la matrícula y evidencias obtenidas por helicópteros.
Esos expertos expresaron la opinión de que no era necesario llevar a cabo persecuciones a gran velocidad para investigar y aprehender a personas sospechadas de transportar migrantes.
El gobernador Abbott ha justificado la Operación Lone Star alegando que es necesaria para disuadir la migración y desbaratar a los cárteles implicados en contrabando de drogas.
HRW sostiene que, al contrario, el programa ha incrementado las ganancias que obtienen contrabandistas y cárteles de drogas, que ahora pueden cobrar incluso más por ayudar a las personas migrantes a cruzar un terreno cada vez más peligroso.
Parker dijo finalmente que “si el gobierno de Texas no pone freno a este caos, el gobierno federal (nacional) debería interrumpir el financiamiento federal a los organismos que implementan la Operación Lone Star”.
Además debería “enviar a funcionarios de derechos civiles para que investiguen todas las instancias de abusos de derechos ocurridas en el marco del programa, empezando por el derecho a la vida”.
A-E/HM