El Gobierno de Austria pidió hoy el fin de «la ruleta rusa con la seguridad de las centrales nucleares ucranianas» y anunció que apoyará con un millón de euros las misiones del OIEA en el país atacado por Rusia para garantizar la seguridad de sus plantas atómicas.
EFE
«Las centrales nucleares en zona de guerra son siempre un peligro especial», señalaron en un comunicado conjunto el ministro austríaco de Exteriores, el conservador Alexander Schallenberg, y la titular de Protección del Clima, la ecologista Leonore Gewessler.
La nota resalta que desde el comienzo de «las temerarias acciones de Rusia en las inmediaciones» de la central nuclear de Zaporiyia, bajo control ruso desde marzo de 2022, ponen en peligro la seguridad nuclear y son una amenaza real para Europa.
El Gobierno austríaco señala que la presencia de los expertos del Organismo en todas las centrales nucleares ucranianas es esencial para disponer de información de la situación y evitar en lo posible que haya combates cerca de esas instalaciones.
Como sede del OIEA, Austria, un país sin centrales atómicas, apoyará esa presencia en Ucrania con una aportación de un millón de euros.
En la nota, Schallenberg señala que la rotura de la presa de Kajovka (en la noche del lunes al martes pasados) y su posible impacto en el suministro de agua de refrigeración a Zaporiyia «demuestran de manera impresionante la importancia» de la vigilancia de los expertos internacionales.
Especialmente la situación en la planta de Zaporiyia, situada en el sureste de Ucrania y controlada por Rusia, es para Viena motivo de «gran preocupación».
«La ruleta rusa con la seguridad de las centrales nucleares ucranianas debe terminar de una vez», subraya el jefe de la diplomacia austríaca.
El director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, anunció hoy vía Twitter que se trasladará a Zaporiyia la próxima semana para dirigir personalmente la rotación de los expertos desplegados allí, que serán sustituidos por un equipo «reforzado».
Esos expertos aseguraron ayer, martes, que pese al serio descenso del nivel del agua que ha provocado la rotura de la presa de Kajovka, por ahora no hay un «riesgo inmediato» para la seguridad.
Moscú y Kiev se acusan mutuamente de haber causado la destrucción de la presa de la central hidroeléctrica de Nueva Kajovka, situada a orillas del río Dniéper, que se desbordó tras romperse uno de sus diques.