Las autoridades y los equipos de socorristas mantienen la esperanza de que algunos de los siete ocupantes de la avioneta Cessna C206 de matrícula HK 2803 estén con vida en alguna zona cercana al lugar del accidente en la espesa selva en límites entre Caquetá y Guaviare.
El Ejército llegó ayer a la zona, donde cayó la avioneta hace 16 días, y encontró en el sitio del siniestro al piloto Hernando Murcia Morales.
Horas después, tras una búsqueda realizada con perros hallaron dos cuerpos más que pertenecerían a pasajeros de la avioneta, pero no se han confirmado las identidades.
Las autoridades siguen tras la búsqueda de cuatro menores de edad, entre ellos un bebé de 11 meses que iban a bordo.
Una fuente del Ejército le confirmó a EL TIEMPO que a unos 4 kilómetros del lugar del accidente encontraron frutas con mordidas, como maracuyá, por lo que se tiene la hipótesis de que las personas lograron sobrevivir al impacto y, debido a sus conocimientos ancestrales por ser de una comunidad indígena de una selva cercana, podrían haberse alimentado de frutas.
“Es una señal de esperanza, pues junto al tetero que encontraron el 15 de mayo también se hallaron frutas mordidas. Por eso pensamos que están vivos y cerca. Sin embargo, esa selva es muy espesa y el clima es muy complicado, por eso las cosas han sido muy difíciles”, dijo la fuente.
Se cree que la familia salió del lugar del accidente y recorrió territorio en búsqueda de ayuda pero no todos sobrevivieron.
Además, fuentes militares revelaron que si bien en los departamentos de Caquetá y Guaviare hay presencia de las disidencias de las Farc, en la zona del siniestro aéreo es una zona selvática virgen, en donde en principio se descarta la presencia de grupos armados ilegales.