Ante el indolente olvido de las autoridades, para los residentes del sector Palo Negro de la parroquia Paracotos del Municipio Guaicaipuro, la vida se ha vuelto agobiante.
A la falta de gas, agua y los constantes apagones se suma el pésimo servicio de recolección de basura por parte de la Alcaldía de Guaicaipuro. Situación grave que ha generado la proliferación de moscas y ratas en la zona.
«No recogen basura ni por casualidad. Cuando se aglomera, un paciente vecino la lleva a quemar», reseña uno de los residentes de la olvidada población mirandina.
Denuncian además que en el Puente Tácata, tienen tres años esperando el cumplimiento de una promesa: arreglar la bomba del agua. «La alcaldesa los tiene olvidados, ni hablar del gobernador que anda más pendiente de viajar a Barbados y Oslos a dialogar cuando no escucha el clamor de los mirandinos»
Daniel Murolo