Al llegar a votar a las 8:50 de la mañana, el presidente Jair Bolsonaro se mostró confiado en un rápido discurso a los periodistas, antes de entrar en la Escuela Municipal Rosa da Fonseca, en Vila Militar, en Río de Janeiro. Criticó a la prensa, ya que dijo que fue “muy bien recibido en Brasil“, pero que no vio “eso en la prensa”.
“Si son elecciones limpias, no hay problema, que gane el mejor”, afirmó.
La agenda oficial del presidente no ha sido divulgada, pero la expectativa es que, tras la votación, se dirija directamente al aeropuerto Campo dos Afonsos, también en la zona militar, y vuele de vuelta a Brasilia, donde seguirá el recuento de los votos.
Más de 156 millones de brasileños están llamados a votar este domingo en la primera vuelta de las elecciones más polarizadas de la historia de Brasil, en las que el exmandatario izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva es el gran favorito frente al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
La duda que arrojan los sondeos es si el patriarca de la izquierda brasileña, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, logrará vencer en la primera vuelta, para lo que se necesitaría el 50 % de los votos útiles (excluidos los blancos y nulos), o si será necesario el balotaje del 30 de octubre, como prefiere el actual mandatario para poder buscar alianzas.