El jefe de la Administración Militar Regional de Sumy alertó sobre una fuga de amoníaco “altamente tóxico” en una planta química tras un ataque ruso a la ciudad de Sumy, en el noreste de Ucrania.
Dmytro Zhyvytskyi ha hecho un llamado a todos los residentes en un radio de cinco kilómetros de la planta química para que busquen sótanos o apartamentos en alguna planta baja para evitar entrar en contacto con el producto químico.
“El gas, de fuerte olor, es más ligero que el aire. Es necesario dejar el área infectada perpendicular a la dirección del viento, y si no es posible salir del área de infección, procuren refugiarse en sótanos, o plantas bajas”, ha explicado el jefe de la Administración Militar Regional.
Más tarde, el Servicio Estatal de Emergencias ha indicado en su cuenta en Telegram que “el accidente con emisiones de amoniaco en la región de Sumy ha sido controlado”.
“Los empleados de la empresa han empezado su trabajo habitual para restaurar el proceso”, ha resaltado.
El motivo de la fuga ha sido que un tanque con amoníaco ha resultado dañado después de un bombardeo de artillería por parte de las tropas rusos de la planta química de Sumy, según han asegurado autoridades locales a la agencia Ukrinform.
El pasado 21 de febrero, Vladimir Putin reconoció a Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes. Estos territorios, mayoritariamente rusoparlantes, son considerados como ucranianos por parte de Kiev y gran parte de la comunidad internacional, sin embargo, Rusia ha esgrimidos argumentos históricos para calificarlos como naciones autónomas.
La crisis entre ambos países empeoró, tras la orden del Kremlin de invadir esa zona, con la intención de «pacificar y mantener la paz».
Tres días después, inicio de la operación militar con la excusa de «proteger» a la población rusa en esas regiones controladas desde 2014 por las milicias separatistas prorrusas apoyadas por Moscú.