Se esperaba desde hace cuatro días y por fin llegó. Los gobiernos de Brasil, México y Colombia han publicado hoy jueves un comunicado conjunto tras muchas discusiones internas y sin que se haya realizado la prometida reunión virtual entre sus presidentes y Nicolás Maduro.
El Mundo | Daniel Lozano
Las tres cancillerías consideran «fundamental» que sea el Consejo Nacional Electoral (CNE) quien presente los resultados electorales, «desglosados por mesa de votación». Algo que no ha ocurrido transcurridos 11 días, pese a que el CNE dispone del 100% de las actas electorales. La oposición ha subido a un portal de Internet el 83% de los boletines electorales, que confirman la victoria por paliza del diplomático Edmundo González Urrutia sobre Maduro: 67% contra 30%, cuatro millones de votos de diferencia.
Los cancilleres de Brasil, México y Colombia aseguran haber tomado nota del «proceso iniciado ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)», pero no obstante «parten de la premisa de que el CNE es el órgano al que le corresponde, por mandato legal, la divulgación transparente de los resultados electorales».
Los tres gobiernos latinoamericanos, aliados históricos del chavismo, también «reafirman la conveniencia de que se permita la verificación imparcial de los resultados, respetando el principio fundamental de la soberanía popular». El plan trazado por el Palacio de Miraflores para sostener el megafraude del 28J pasa porque sus jueces del Supremo confirmen al final del laberinto los resultados amañados, pese a que el Centro Carter, que hoy confirmó la victoria opositora, ha advertido que transgredir la voluntad popular les llevaría hasta la Corte Penal Internacional.
El comunicado prosigue con un tono muy neutro hacia las constantes violaciones a los derechos humanos que se producen hoy en Venezuela, donde reina un virtual estado de sitio y toque de queda ácido en algunos barrios populares, con más de 2.000 detenciones y tras el asesinato a tiro limpio de 24 personas durante las protestas. Por un lado llaman a la «máxima cautela y moderación en manifestaciones y eventos públicos» y por el otro a las fuerzas de seguridad a que cumplan la ley. No hay mención alguna a los despliegues de los temidos colectivos paramilitares, encargados de amedrentar a tiro limpio a los manifestantes.
Los dos gigantes americanos y la vecina Colombia también anunciaron que continuarán con conversaciones a alto nivel y «enfatizan su convicción y confianza de que las soluciones a la situación actual deben surgir de Venezuela».
«¡Nosotros no vamos a negociar los resultados! (El acuerdo con el gobierno) es sólo para lograr una transición democrática», afirmó concluyente la líder opositora María Corina Machado durante un encuentro virtual con prensa mexicana.
«Seguir pidiendo la publicación de las actas a estas alturas sólo tiene lógica como forma de presión y, sin tener alta confianza en Petro, Lula y mucho menos López Obrador, creo que es lo que están haciendo. El régimen no puede mostrar las actas porque dice lo que todos sabemos. Por eso el mensaje es: muestra lo que ya sabemos que ocurrió y vamos a negociar», explicó el politólogo Walter Molina.