El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ha equiparado la homofobia y la transfobia con la injuria racial, considerada como racismo, un delito que no permite la fianza y no prescribe. Es decir, que no importa el tiempo que haya pasado para que se castigue.
La Corte Suprema corrigió el pasado martes 22 de agosto una interpretación que limitaba la aplicabilidad de la ley sobre injuria racial que fue sancionada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en enero de 2023. En una de sus primeras acciones desde que asumió su tercer mandato.
La máxima corte atendió una solicitud de la Asociación Brasileña de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestís, Transexuales e Intersexos (ABGLT). Que pedía considerar las ofensas contra la comunidad LGTBI+ como injuria racial, tipificada como racismo.
De esta manera, aquellos que ofendan la honra de una persona debido a su género u orientación sexual. Serán tratados igual que aquellos que discriminan por raza, color, etnia, religión u origen.
Brasil se une así a la lista de países que castigan la homofobia, como Dinamarca, Francia, Países Bajos, Austria, entre otros
En cuanto a la legislación sobre la transfobia y la homofobia en Brasil, desde 2019 se consideraba la homotransfobia como racismo.
Sin embargo, con la Ley de Injuria Racial, había quedado en un limbo en su interpretación para los casos que involucraban a personas LGBTIQ+.
Esta legislación, aprobada por el Congreso brasileño en diciembre de 2022. Aumentó las penas de uno a tres años a dos a cinco años de reclusión.
La pena por injuria racial, tipificada en el Código Penal como racismo, puede aumentar cuando dos o más personas cometen el delito y también se aplica a casos que ocurren en partidos de fútbol, eventos deportivos, culturales o religiosos.
Además, con la nueva legislación, los condenados por injuria racial en los estadios estarán prohibidos de asistir a estos lugares durante tres años después de cumplir su condena en prisión.
En 2022, se estima que al menos 300 personas LGBTIQ+ fueron víctimas de homofobia en Brasil. Esto significa que diariamente una persona del colectivo LGBTIQ+ fue víctima de discriminación.
La organización no gubernamental (ONG) Grupo Gay da Bahía informó en su balance presentado en febrero de 2022 que al menos una persona LGBTIQ+ es víctima de muerte violenta en Brasil cada 29 horas.
El informe señaló que en 2022 los crímenes aumentaron un 8% en comparación con 2020. Este número podría ser aún mayor, ya que según la organización, la cantidad de víctimas divulgadas “solo representa la punta de un iceberg de odio y sangre”.
El colectivo LGBTIQ+ fue el más afectado por la violencia mortal en Brasil en 2021, cuando ocupó nuevamente el primer lugar en el ranking de muertes LGBTIQ+, con el 51% de los casos, después de que en 2020 ese triste récord lo ocuparan las víctimas transgénero.
Con información de EFE
