En la jornada de ayer el equipo insular ganó de manera aplastante, no sólo realizaron 20 anotaciones, también blanquearon a las Águilas. Encaminados por Félix Doubront y la toletería ofensiva, se llevaron el primero de una serie de dos juegos en el estadio Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo.
El veterano abridor de los isleños tuvo una salida espectacular, lanzando siete entradas en blanco, ponchando a dos rivales, dando par de boletos y recibiendo solamente cuatro imparables, más que suficiente para llevarse su cuarta victoria de la campaña (4-1).
Los dirigidos por José Moreno comenzaron su embestida en la parte alta del segundo inning, con un fly de sacrificio de Carlos Pérez, enviando al plato a Wilson Ramos. En el cuarto tramo, anotaron la segunda rayita con un batazo de cuatro esquinas de David Rodríguez, su cuarto estacazo en la temporada.
En el quinto episodio, Margarita fabricó un rally de seis carreras, comenzando con un inatrapable del “Búfalo” Ramos, que mandó a la goma a Edgar Durán y a Tomo Otosaka. Luego, con las bases llenas de Bravos, Edward Olivares negoció un pasaporte, impulsando de caballito, a Ramón Flores.
La sexta carrera llegó en los pies de Wilson Ramos, anotando de caballito tras un boleto recibido por Carlos Pérez. En el mismo inning, Durán conectó un sencillo que fletó a Rodríguez. Y para completar el rally, Olivares aprovechó un wild pitch y llegó a home desde la tercera almohadilla.
En la parte alta del séptimo, seis rayitas más se sumaron a la causa brava. Edward Olivares despachó un vuelacercas (primero con el uniforme de Bravos) con un compañero a bordo.
Enseguida, con las bases repletas, Ramón Flores se embasó por error del center field, circunstancia aprovechada por Durán y Alberti Chávez para correr al plato con dos más. Flores junto con Valera, anotaron tras ser empujados por un imparable de Wilson Ramos.
La fiesta de los maderos insulares siguió en el octavo inning con seis anotaciones más, Alberti Chávez conectó un elevado de sacrificio que empujó a Olivares. Posteriormente, un rodado de Otosaka fletó a Carlos Pérez y un infield hit de Carlos Herrera, mandó a la registradora a Durán, para también anotar, gracias a otro indiscutible de Rodríguez, que también remolcó a Flores.
Para finiquitar las masacre, Olivares aprovechó un error en tiro del campocorto para embasarse y mandar a home a Jason López con la carrera 20 del compromiso, y así acabó una noche que quedará en los récords de la LVBP.
Con este triunfo tan contundente, los Bravos demuestran nuevamente que son un equipo a temer. A pesar de que nadie los tenía en cuenta al comenzar la campaña, hoy por hoy se mantienen en la tercera casilla de la tabla y sus aspiraciones están más vivas que nunca por lograr grandes cosas.